01 agosto, 2012

Silvia

Si tu piel no fuera tan sedosa,
ignoraría que tu figura
es una prolongación de la mía,
ni podría tomarte
a través de la península de tus dedos.
¡Oh, Silvia! Hemisferio hundido en mi sangre,
murmullo de alas cuando el tiempo se despedaza
y sólo permanece la fatiga de vivir.
Mujer que me proyectas cada día:
sólo cuando tú me acaricias sé que soy distinto
y me admito.
A Silvia Rojas López
Texto: Michel Manuel Canet

8 comentarios:

  1. Maravillosa forma de ofrendar y de mencionar a su musa.
    Quien fuera Silvia

    Gracias Michel.

    Sandra Ríos.

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  2. Dios !! que maravilla de poema,!!
    Sensibilidad, tacto y una explosión de caricias,
    Felicidades, poeta

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  3. Esto suena a un encoñamiento.
    El enconñamiento suele limar el sentido de la creatividad y de la creación. Se pierde la visión.

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  4. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

    Canet.

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  5. Es cierto que la felicidad puede mermar la creatividad, en este caso estoy en absoluto desacuerdo con Anónimo (el de las 13:00hrs)... "Murmullo de alas cuando el tiempo se despedaza"... "Sólo cuando tú me acaricias sé que soy distinto, y me admito"... esto es un canto lírico a los instintos, al placer de estar acariciando esa piel y ser acariciado.Rotundo y empapado de amor. ¡Gracias poeta!

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  6. Muy bello Silvia, un placer leerte, besos.

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  7. Estoy con el anónimo de las 13:34, amar hasta llegar a la serenidad ¿Qué más podría uno desear? Buenos versos.

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  8. Me quedo con esos dos últimos versos.

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