23 octubre, 2013

Ecos


Es corto el recorrido para llegar a la cocina que no tiene puerta. La tostadora de café endulza el hogar y los granos dan vueltas en círculo de izquierda a derecha o viceversa; y los cristales ahumados son igual que los ojos de abuela, que a éstas alturas no tienen ganas de ver el mundo. A menudo la veo inclinada inhalando las pequeñas chimeneas que escapan del café trasudado. Tomy, recibe una pisoteada y sale huyendo escaleras arriba donde los geranios. Se acerca el invierno y una fila de hormigas recorre la pared de losa verde, y ya en suelo se apropian de las migas de pan de los bocadillos de la merienda, en el techo, brillan pequeños farolillos producidos por la reverberación del sol en las cubetas de agua cristalina, afuera, en el patio. Las esmeraldas de sus ojos me miran sonrientes y al mismo tiempo alarga la mano para ofrecerme! un vaso de leche tibia, en ese momento somos cómplices, las dos. La despensa lleva un vestido de cuadros azules que termina en una puntilla bordada, dentro, el perfume de unas naranjas y de las guayabas acrecienta todos los olfatos.
El molinillo de café tritura los granos y es un ronroneo agradable lleno de romanticismo, ella vuelve a sonreír, ésta vez, sola.
En la mecedora de nogal se queda dormida, y regresa a tantos caminos recorridos, tantas noches de besos, y muchos días de lágrimas; desvelos y resignación.


Texto: María Estévez

Narración: La Voz Silenciosa

6 comentarios:

  1. Realmente este texto me parece una delicia. El sabor de lo cotidiano, los momentos breves, el pasado y los fantasmas...
    Me ha encantado. De principio a fin. Felicitaciones para María. Saludos!

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  2. Maravilloso texto, María. Evocador y tierno. Me encanta esa despensa vestida de cuadros azules y rematada por puntillas blancas.
    Te felicito y muchos besos.

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  3. Ecos que han resonado dentro de mí como un recuerdo muy íntimo. Mi abuela y su molinillo en su cocina formando un binomio sensorial único.
    Cordiales felicitaciones y gracias por hacerme evocar vivencias.

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  4. Gracias a las tres por sus bellos comentarios...
    Abrazos

    María Estévez.

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  5. Es una delicia llena de ternura y delicadeza, la mejor mirada que pueden recibir quienes nos van precediendo en esto de vivir.

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  6. Gracias Amando, qué lindo comentario el tuyo...
    Un beso.

    María Estévez

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