En días como hoy, la verdadera dificultad estriba en levantarse de la cama.
Desayunar, ducharse, fumar un último cigarrillo, recibir la visita de un cura desconocido, dejarse conducir mansamente hasta el patíbulo, apenas son protocolos insignificantes.
Texto: Sergio Borao Llop
Habrá dormido?
ResponderEliminar=)
Lo insignificante del dejar de respirar
ResponderEliminarBuen micro
Saludos
Pasmosa naturalidad caminando hacia el patíbulo. Genial
ResponderEliminarBonita pesadilla...
ResponderEliminarUn placer leerte. Abrazos
Gracias a todos por sus comentarios.
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