¿Y dices que cuestan 10 euros?
- Sí.
Los dos miran al frente y se rascan la cabeza. A unos centímetros cae el primero.
- ¿Y la gente los paga para esto?
- Sí.
El veterano emite un sonido gutural, entre gemido, ronquido y carcajada. A unos metros todo son exclamaciones.
- ¿Y luego nos los regalan?
- Sí.
Un par más caen junto al pie derecho del recién llegado que se agacha esperando tocar algo de plástico, una imitación.
- ¿Y lo cojo y me lo como?
- Sí.
Mantiene sobre la palma de la mano el proyectil mientras mira de un lado a otro. Piensa que todo es una broma, no puede ser tan fácil. Él está acostumbrado a otras cosas.
- No me lo creo.
- Pruébalo.
El veterano se adelanta hasta llegar al primer objeto lanzado. Se pone en cuclillas, da un par de botes, y se lo traga sin apenas masticar. El nuevo le imita dejando vacía su mano derecha. Entre mordisco y mordisco comienza a gritar.
-¡Son gilipollas!
La gente, excitada por el éxito, desata una tormenta de cacahuetes sobre la jaula.
El texto me produce una gran angustia pues no sé de que coño me están hablando. Solo en la última frase se sabe quienes son los protagonistas... pero resulta que no me enterado de lo que he leído, lo tengo que volver a leer. No sé hasta que punto es correcto esto. Otra cosa sería que el texto me hiciera pensar en una situación y al final fuera otra. Pero vamos, es problema mío, seguro.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Ximens, el texto está confuso y no terminamos de entenderlo. Es importante que el que escribe no sólo sea original, que no me cabe duda de que este texto lo es, sino que sepa transmitirle al lector algo, un pensamiento, una idea, una historia, pero que la unión de las palabras conecten y tengan coherencia.
ResponderEliminarYo espero Alberto que nos saques de dudas. Pero si te doy mi enhorabuena por la originalidad que empleas.
Si no me equivoco, hablan de monos enjaulados y personas que les lanzan cacahuetes, desde el punto de vista de los monos, claro.
ResponderEliminarO eso me parece.
A mí sí que me ha gustado un montón esa forma de ponerte dentro de la piel de otro, en este caso, de unos parientes lejanos.
Bienvenido a La Esfera, Alberto
Realmente divertido, incluso mordaz.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
No estaría nada mal que, de vez en cuando, fuéramos capaces de mirarnos con lo ojos de otros, aunque esos otros fueran monos en un zoo.Alguien me dijo una vez que lo animales viven en su particular jardín de Epicuro y creo que tiene razón.Ellos sólo ahcne o que tienen que hacer..¡¡ y nosostros nos complicamos tanto la vida ¡¡¡.
ResponderEliminarDesde el primer momento se intuye que alguien paga mucho para que otros hagan algo que para ellos es sencillo. Pensé que serían una especie de faquires traga balas, pero descubrir como deben mirar los monos, que en la selva han de conseguir su alimento compitiendo con otros animales, a quienes se los regalan y encima pagan 10 Euros, me parece un estupendo análisis de la lectura que de un mismo fenómeno se suele hacer desde culturas diferentes, pensando siempre lo estúpidos que son los que no actúan como nosotros.
ResponderEliminarPor ejemplo: me he pasado la infancia recibiendo regañinas por mi costumbre de caminar descalza, cosa que es obligatoria en cualquier vivienda de la India, donde sería considerada una grosería entrar con zapatos ( podrían encontrarse muchos ejemplos, incluso más flagrantes e ilustrativos).
Un abrazo Á.
Me parece un texto genial. Creo que demasiadas veces nos comportamos, no como monos, que en este texto demuestran la parte inteligente y crítica de la sociedad, sino como los visitantes del zoo que pagamos una barbaridad, para ver cómo otros no hacen nada especial, salvo recoger los cacahuetes y comérselos.
ResponderEliminarCrítica mordaz a una parte de la sociedad -quizá yo mismo- que es capaz de semejantes sandeces.
A los que no lo entendieron: muchísimas gracias por los comentarios. Aprendí muchísimo.
ResponderEliminarA los que lo entendieron: lo mismo.
A todos: gracias. Me alegro de generar debate. Es un placer.
PD: sí, son monos.
Solo me ha despistado el mono veterinario...aunq conozco algun simio medico...pero es gracioso, me gusta el humor sin lado oscuro,
ResponderEliminarla mama de Ines
Me ha encantado la sensación:
ResponderEliminarque te pongan una venda en los ojos,
que te agarren fuerte de la mano,
y que te hagan caminar sin saber por dónde pisas hasta el final.
Lástima que con la relectura se esfuma ese momento mágico.
Ailema del Revés