Aún me tiemblan las manos. Las miro y no puedo creer que sean mías. No las siento como mías. Sé que lo son porque están pegadas a mis brazos...Bajo la mirada al suelo y contemplo con horror el desmadejado cuerpo, sin vida, frío ya. ¿Desde hace cuánto tiempo?
No recuerdo haberlo hecho. Pero mis manos tienen su propia memoria... Siguen temblando.
Texto: Rosa MartÍnez Famelgo.
qué alegría encontrarte aquí, Rosa.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta publicación
Un beso grandote!
Estremecedor. Sí las manos, tienen su propia memoria.
ResponderEliminarPor más que creamos conocernos, nunca sabremos cómo actuar, llegado el momento. Asusta de veras ese temblor.
ResponderEliminarBesos.
las manos tienen memoria cuando la mente enloquece. Duro este micro
ResponderEliminarBuena minificción
ResponderEliminarMuchas Gracias por publicar Temblor y gracias por leer y comentar.
ResponderEliminarSaludos desde el aire
Hay acciones que se quedan grabadas en cada fibra, en cada músculo.
ResponderEliminarBuen micro.
Las manos tienen su propia memoria... magnífico. Saludos
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