12 abril, 2012
La anosmia del Ciber-hombre
Diseñó un aparato capaz de crear recuerdos y mejorar los antiguos, salpimentando aquellos que de tan sosos y aburridos, no huelen a nada. Se valió de piezas nuevas e ingredientes frescos, pero también de latas, frascos o simple chatarra. Una vez ensamblado el artilugio, lo conectó a la parte posterior de su cabeza y desde allí extendió un tubo flexible hasta su nariz de acero. Después de inhalar con fuerza volvió a disfrutar de recuerdos fragantes, balsámicos, picantes, hasta que comenzaron a surgir lágrimas de angustia, irritación, tos, estornudos… se había excedido con el spray de pimienta. No tuvo más remedio que refugiarse en su parte cibernética; al menos ella no sentía.
Texto: Sara Lew
Narración: La Voz Silenciosa
Más relatos "Con un par de narices", aquí
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A ver si algún ingeniero (o similar) se las ingenia y hace algo así. Muy bueno, Sara, muy bueno.
ResponderEliminar¿Qué bien se te dan los micros de ciberhombres? ¿No serás tú alguno de ellos?. Me ha encantado la idea. Todo el mundo piensa en si las máquinas podran tener sentimientos pero nunca piensan en si podrán apreciar olores. Es genial. Un beso.
ResponderEliminarEstá confirmado: tienes un don para el micro.
ResponderEliminarEste es imaginativo, simpático y emotivo. Estupendo.
Lo cibernético es lo que tiene, que no siente. Muy imaginativo.
ResponderEliminarUn micro de ciencia ficción, simpático y bien escrito, lleno de olores, como debe ser, y con un final metálico. Suerte en el concurso, nos vemos en el libro.
ResponderEliminarLe tengo cariño a este ciber-hombre tan perdido en su dualidad, que busca encarnizadamente sentir, amar, pero cuando lo consigue no sabe soportar el dolor que ello implica, y enseguida se refugia en su coraza de acero. Algo así como nos pasa a todos, en algún momento.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. He intentado darle un toque diferente al micro de narices :-)
Si queréis ver como luce este ciber-hombre, pasaros por mi blog.
Abrazos.
Pues no luce mal del todo, no
ResponderEliminarUn texto con aroma futurista. Está muy bien, Sara.
ResponderEliminarSaludos
Te auguro toda la suerte que este ciber - hombre se merece, Sara!!!!
ResponderEliminarOjalá tuviera yo una parte cibernética para poder refugiarme de mi alergia primaveral :) Excelente relato Sara!
ResponderEliminarMe gusta tu relato Sara, es muy original. Ahora iré a tu blog a verle.
ResponderEliminarUn abrazo