Cuando por fin me armo de valor para saltar desde la ventana del hotel en el que llevo encerrado dos días, un individuo sonriente que se asoma a un balcón contiguo me dice:
-¿Por qué tanta urgencia? -No se tire hombre. Por lo menos espere hasta que escuchemos la sirena de la ambulancia que acabo de llamar. -Compréndame, -añade con un par de narices, - desde ayer soy el primero en la lista de los que esperamos un riñón.
Texto: Paloma Hidalgo Díez.
Más relatos "Con un par de narices", aquí
Texto: Paloma Hidalgo Díez.
Más relatos "Con un par de narices", aquí
hahaha muy inteligente.
ResponderEliminarGran texto, como todos los tuyos, Paloma!!!!
ResponderEliminarMuy ácido Paloma.Un hombre practico.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Humor negro bien tejido.
ResponderEliminarEs muy bueno en pocas palabras has dejado caer un mensaje con un par de narices...
ResponderEliminarBesicos
Brillante
ResponderEliminarUn buen samaritano, sí señór. Qué humor más oscurillo, Paloma.
ResponderEliminarAbrazos.
Más que humor yo diría que es inteligente (el texto y el personaje)
ResponderEliminarMe ha encantado. Hay que sacarle partido a la vida.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias a todos, es un placer leer que os ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo para cada un, o mejor, dos.
Breve y con mensaje. Buen texto.
ResponderEliminarJeje, Paloma. Que micro más cortito para transmitir la insolidaridad y el "de lo mío qué". Mucho con poco. Suerte.
ResponderEliminar