Si las ves andar por la calle, altivas, flotando entaconadas con andares de gacela y mirada afilada, dejando entrever dientes perfectos sin tener que abrir sus fauces, son fáciles de reconocer: devoradoras de aromas, vampiresas del olor. Siempre eligen, tentando con su danza al incauto. Los eligen por sus aromas, cuantos más y variados mejor. Los olores de la belleza no le son suficientes, y en ellos también buscan aromas de cordura e inteligencia. Olores a elegancia; a cuerpo recio y sonrisa social. Los prefieren con chispa de niño en cuerpo de varón, por disfrutar del contraste de la risa infantil con el orgasmo sonoro, y sentir el placer de ser escuchadas tras las paredes de la alcoba y llenar de aromas de rumor el vecindario.
Cazan las esencias haciéndolas suyas, y contonean sus cuerpos con ademán exitoso. Crecen sus cabelleras llenas de ganchos atrayentes como anzuelos, que ellos muerden como peces embobados, y sus bocas, a menudo carnosas y besuconas, relatan salivosas los olores de su presa para engordar su ego de vampiresas expertas a costa de las miradas envidiosas de quienes las escuchan. Sus presas viven en la fascinación contemplativa, y se olvidan de lo que un día fueron. Al poco, sin apenas esperarlo, se quedan sin olores, y ya solo les queda bajar la mirada y pegar las manos al suelo, husmeando a cuatro patas las pocas prendas que ellas dejan caer para que sigan su rastro. Les gusta tenerlos así, dóciles, echados a su lado, perros amaestrados deseosos de sus caricias, lamiendo sus palabras, con narices solo para ellas.
Texto: Miguel Angel Brito
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
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relatos "Con un par de narices", aquí
Excelente texto. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Una prosa sencillamente EXCEPCIONAL.
ResponderEliminarFelicitaciones y un gran abrazo conmovido.
Extraordinario en todo: la riqueza de la prosa, las imágenes y la lógica interna del texto.
ResponderEliminarAbrazos admirados
Un relato extraordinario, tanto en el fondo como en la forma. Mi más sincera enhorabuena.
ResponderEliminarNuria R.G.
Enhorabuena, M.A., por este extraordinario texto de rica prosa casi poética, fuerza expresiva y definición fulminante.
ResponderEliminarExcelente texto, Miguel Ángel, sugerente, orgánico, aromático. De los que despiertan envidias... como tus vampiresas.
ResponderEliminarDemasiados elogios para unas vampiresas, pero los abrazo encantado. Gracias a todos.
ResponderEliminarMe sumo a los comentarios, excelente texto, ya quisiera yo también sumarme a tan seductoras vampiresas. Me ha parecido una genialidad de las tuyas a las que ya nos hemos acostumbrado, ahora solo te queda currar más.
ResponderEliminarUn beso vampiro
Muy lúcido, las imágenes se ven, se escuchan, viven. Es un texto estupendo.
ResponderEliminarUn saludo