20 julio, 2012
Murmuraciones de un portero eléctrico
Vine al mundo en el 2000 a manos de un chapuzas y sin manual de instrucciones, se puede decir que aunque voy camino de la adolescencia, a mi edad, “he oído cosas que vosotros no creeríais”.
¡Aggggg!… Sé, por el aliento, que es el del tercero derecha, borracho como una cuba; ya verás como me toca el botón de la izquierda.
—Pacaaaa, abre.
No, les dije, no falla.
—¡Otra vez usted alcornoque, no soy Paca! Además de borrachín miope.
—¡Cerda!…
Ahí va, derechito a tocarme el botón del segundo derecha.
—Pacaaa, ¡ábreme!
—Se equivoca usted D. Alberto, soy Ginebra, del segundo derecha, le abro.
—¿Ginebra? ¡Vale!, pero solo una copita eh,… ya subo.
Ahora se arma, seguro, porque Genaro el marido de Ginebra, que ya está harto de estas bromas, se las trae.
—Mamiiiii, ¡abre!
El Juanito con las manos pringadas de helado de chocolate, me va a poner perdido, agggg… ¡Dios! Pringado hasta el sábado que Mariana viene a limpiar; ¡que mañanita llevo!
—¿Caridad?, Ábreme negrita, tengo que hablal contigo.
¡El cubano! …lo que me faltaba
—¡No, me tienes harta. Se acabó!
—Me botaste negra, sin dalme una opoltunida.
—No hay oportunidad que valga, además de no darme ni un euro, vas y te acuesta con la esmirriada esa.
—¡Ábreme negra!, tengo ganas de tenelte, de estal contigo y comelte toda…
¡Uy, uy, uy!… ahora mismo me desconecto ¡estoy al rojo vivo!, se me van a quemar los cables; ¿qué necesidad tengo yo sin comérmelo ni bebérmelo?...Le voy a abrir yo mismo.
—Gracias negra, prepárate que voy pa´riba.
—Eh… ¡Quieto ahí! pero ¿quién demonios le abrió a este?... ¡No te atrevas a subir!.
—¿Lola?
¡Ay mis cables! lo que me faltaba la maruja del cuarto derecha.
—Baja a tomarte un cortadito mujer, tengo que contarte lo que acabo de ver…
—Luego. Pepa, en la sobremesa.
—Luego no puedo, es la hora de la novela… Se trata de D. Anselmo el cura. No quiero contártelo aquí, ya sabes que hasta las paredes tienen oídos. Lo he visto con Carmencita en el Corte Inglés comprando ropa de cama con el brazo por encima de ella y todo; sí, sí, lo que te digo un escándalo, han perdido la vergüenza;...Bueno, ya te lo cuento otro día que aquí “hay ropa tendida”.
¡Pues menos mal que hay ropa tendida, que si no me rompe el altavoz a graznidos la muy urraca!
Gracias a Dios que me han puesto de compañera una cámara preciosa, dicen que es mi complemento. Nada más verme me dijo “te doy mi ojo”; me sentí potente como el acero, y mira que yo soy de latón, pero latón latón …Con ella me siento un portero de lujo. Esto es obra de la chica del primero derecha que tiene una agencia matrimonial. El otro día me limpió con delicadeza y un “limpia plata” para subirme la autoestima y me dijo bajito: te he solicitado una compañera, una cámara de alta definición, la que tú mereces…
Texto:Texto: María Isabel Machín García
Narración: La Voz Silenciosa
Más Historias de portería aquí.
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¡Madre mía!... Espero que se entienda quien habla en cada momento.
ResponderEliminarLo envié con puntos y apartes, las conversaciones ordenadas en lineas diferentes, pero aquí se ha unido todo el escrito con puntos seguidos (imagino que para ahorrar espacio) el resultado es un portero electrico ventrílocuo que murmura y además hace todas las voces.
Pido disculpas por este guirigay que pretendía serlo pero no tanto.
Hola Isabel, a mí me ocurrió lo mismo con mi texto (en cuanto a la estructura) supongo que es cuestión de espacio.
ResponderEliminarMe ha gustado tu original idea, es un texto muy original y divertido, sin duda, si esos chismes nos contaran todo lo que escuchan, nos sorprenderían.
Enhorabuena y suerte.
Estupendo Isabel, se entiende muy claro. Muy divertido y tierno,¡hasta las máquinas tiene corazón! No se cómo votar pero te voto. Tiene chispa, dinamismo y cuenta una historia, no es sólo una sucesión de personajes. Enhorabuena.
ResponderEliminarNos ponemos a ello, en cuanto nos sea posible. En todo caso, y como explicación. No es nuestra intención alterar la edición que realiza el autor, y menos de esta forma. Sucede que el formulario en que se envía el texto, una vez copiado del tratamiento de textos debe hacer alguna operación un tanto extraña. A veces aparecen símbolos que se cuelan sin que nadie haga nada por colarlos.
ResponderEliminarUn relato que, a pesar de la forma en que ha sido editado (que no es la "versión original" según nos dice la autora), a pesar de la dificultad al leerlo para coger todo el sentido que se le quiso dar a la aparición de personajes sucesivamenteante ante el sufrido "portero" , una vez releido se capta todo el humor que desprende; eso sin contar con el hallazgo de encontarno ante un portero que por muy eléctrico que sea está lleno de sensibilidad además de haber heredado las costumbres cuchicheonas de las porteras tradicionales , bueno de algunas, no sea que ofenda este comentario.
ResponderEliminarFelicitaciones a la autora.
Me he divertido con tu relato imaginándole en plena actividad, me has hecho reír.
ResponderEliminarSaludos
Mi agradecimiento a todos por el esfuerzo que habeis hecho para leer el relato y poder distinguir las voces de los diferentes personajes.
ResponderEliminarYolanda, es cierto que he leido en algún comentario de tus textos que dices algo sobre errores de publicación.
Me alegra mucho saber que te ha gustado.
Un abrazo
Libélulas en libertad: Gracias por tu entusiasmo, por la valoración tan positiva que haces de mi relato y por ese voto (aunque no puedas ponerlo) que para mí tiene mucho valor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Román te agradezco mucho el comentario que haces del relato y tu felicitación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Paloma: Me encanta que te hayas divertido, ese era el propósito; yo también me lo pasé bien imaginando las situaciónes. Recordé las viñetas tan divertidas de aquellos viejos Tebeos y el edificio 13, Rue del Percebe, (de Francisco Ibañez) con los que me divertía tanto.
ResponderEliminarEso tienen de bueno la idea de estos concursos que estimulan nuestra imaginación.
Gracias y un fuerte abrazo
Amando: Por supuesto que se que no es vuestra intención y que para nada deseais que un texto se presente de esta manera; de eso no tengo ninguna duda; aún así por lo que veo ha podido leerse que es lo que importa.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Pero qué bueno!
ResponderEliminarÁgil, toda la vida de un edificio diseccionada a través de un contestador con vida propia.
Es cierto que hay que leerlo con más cuidado por el problema de edición, pero probablemente por eso me ha gustado aún más que cuando lo leí la primera vez.
Enhorabuena, Isabel, y gracias por esas referencias cinéfilas a Blade Runner y a Te doy mis ojos y, sobre todo, por hacerme pasar un rato estupendo.
Ana: no sabes cuanto me alegra que te haya gustado, aunque te haya costado el esfuerzo de relerlo. Gracias por haber captado esas referencias cinéfilas (el cine es otra de mis grandes pasiones) y por darme la alegría de saber que has pasado un buen rato leyendolo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Original y complicado a la hora de escribirlo para que no nos perdamos, lo que valoro aún más. Me gustó y disfruté.
ResponderEliminarGracias Isabel
Bueno, a mí me encanta. Y voy a separarlo debidamente para intentar no mezclar churras con merinas. Jajajaja Es lo que tienen los editores de texto. Yo llevo un rato ya ordenando, pero... ¡Lo conseguí! Vamos allá. A ver qué sale.
ResponderEliminar...¡Y tan complicado! que el hecho de que lo hayan podido leer, gustartes y disfrutarlo me hace doblemente feliz y es todo un honor para mí.
ResponderEliminarGracias por todo esto y por estar aquí comentándolo Ramón María
Un afectuoso saludo
¡No me lo puedo creer José Francisco! jajaja...¿de verdad lo vas a intentar? ¡Gracias! Una de las cosas que mas me apenaba de este relato, es que estaba casi segura de que lo descartarías por la dificultad que supone leer este enredo como a tí te gusta hacerlo. Gracias por intentarlo, por tus palabras y por ese esfuerzo e ilusión que pones en nuestros textos...
ResponderEliminarGracias a Amando Carabias, el texto empieza a tener estructura. y "murmura" mejor.
ResponderEliminarSentimos este tipo de errores, pero suceden en las mejores familias.
¡Gracias Amando! Un abrazo
ResponderEliminarApreciada "voz silenciosa" ¿que te puedo decir? ¡¡GRACIAS!!, por la magnifica lectura e interpretación que has hecho y desde luego por tu esfuerzo José Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo.
A ti siempre Isabel. Y a todos por confiarme vuestras creaciones. Es un honor para mí, tenedlo por seguro. Un abrazo silencioso.
ResponderEliminarQuerida amiga Isa, ya sabes que disfruto con tus relatos y esta mañana has puesto una sonrisa en mi cara... ¿Qué más se puede pedir? Siempre tan ocurrente y dándole vida a ese portero que a más de una portera le gustaría ser, por muy automático que sea.
ResponderEliminarGracias a la "voz silenciosa" por ponerle voz a esos personajes.
Tienes mi voto, pero me pierdo en Google +
Querida Margot: ¡que alegría verte por aquí con tu cámara!. Me alegra haberte hecho sonreir. Gracias por tu visita y por enseñarme descubrir lo que bien llamas en tu blog "la mágia de un instante" a través de tu cámara.
ResponderEliminarTengo algo mas importante que tu voto, tu incodicionalidad. Gracias
Tienes razón, "la voz silenciosa" es un autentico privilegio.
Un abrazo
No nos conocemos, te he visto en el Muro de Margot, que si conozco, y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMomentos compartidos, gracias, espero escuhar y leer mas
Gracias Aguamar por tu visita, por leer y escuchar mi relato; encantada de saludarte y que compartamos momentos como estos... Un abrazo
ResponderEliminarMe parece un texto divertido. Me hizo reír.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mei, divertir y hacer reir en los tiempos que corren es reconfortante. Un abrazo
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ResponderEliminar¡Plas!, ¡plas! Aplausos para este relato con un narrador muy simpático y unas conversaciones sacadas de la vida misma. Me ha encantado, e incluso ese final en pareja, humanizando al portero, haciendo honor a su estereotipo de cotilla.
Isabel, se entiende perfectamente. Me ha encantado, muy bonito y divertido!
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