Texto: Nuria Rubio González
15 agosto, 2012
Nada de Nadia
Con la mirada perdida entre las fantasmales ramas del árbol que jamás llegó a plantar, con la mano izquierda acariciando el terreno yermo de su vientre, Nadia se cortó la vena literaria. Diminutas gotas carmesí salpicaron aquellos inmaculados folios destinados a albergar su autobiografía novelada.
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Cuánto se puede decir con tan pocas palabras.
ResponderEliminarMuy bueno.
Precioso, original y conciso. Muy bueno Nuria. Besos.
ResponderEliminarGracias a La Esfera por esta nueva publicación.
ResponderEliminarAna J., Isolda, os agradezco de corazón vuestros comentarios. Nunca había escrito un texto tan breve y, sinceramente, me sentía insegura con el "experimento". Celebro que os haya gustado.
Saludos afectuosos.
De todas maneras, espero que no te lo tomes al pie de la letra. Seguro que quedan muchos folios en blanco que escribirás
ResponderEliminarPues sigue experimentando, Nuria, que vas bien, y compárte con nosotros esos experimentos.
ResponderEliminarAmando, el texto no es reflejo de mi vida. Nadia es simplemente un personaje de ficción que he elaborado en torno a las tres cosas que se supone que una persona tiene que hacer en su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
ResponderEliminarA mí...¡por supuesto que me quedan muchos folios en blanco que escribir!.
Gracias por dedicarme unos minutos de tu tiempo y comentar.
Ángeles, gracias por esos ánimos para continuar "experimentando"...
Saludos afectuosos.