Amanece en la sabana. Un rebaño
de ñus huye de unas leonas que les persiguen buscando al más débil. No muy
lejos, las jirafas se alimentan de las hojas de unas acacias descubriendo a un
grupo de hienas que dan buena cuenta de los restos de un cadáver de gacela. Y
en el poblado masai, los hombres parten, rungu en mano, hacia los territorios
de caza.
De repente, llega un ruido
ensordecedor y desconocido. Todo se paraliza.
Los ñus detienen su huida ante el
desconcierto de las leonas que miran hacia el cielo, las jirafas extienden sus
cuellos para mejorar la visión, las hienas atónitas suspenden su festín y los
hombres masai apuntan sus armas hacia el monstruo que sobrevuela sus cabezas.
En cuestión de segundos, todo
vuelve a la normalidad: el hambre puede a la curiosidad.
Texto: David Moreno Sanz
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Y desciende, micrófono en mano, Félix Rodríguez de la Fuente...: "En los territorios próximos a las llanuras del Serenguetti, ante la inminencia de la estación de las lluvias, ha llegado el momento de la emigración de los grandes antílopes..."
ResponderEliminarEste texto, me ha traído, de inmediato, los recuerdos de aquella adolescencia que descubrió la tele en color gracias a escenas como la que describes y que nos trajo a este país en blanco y negro el gran Félix.
Bello texto.
Es verdad, Amando, recrea a el gran Félix, mira que lo lloré, y a los documentales de la dos, mira que los he siesteado. Bello texto audiovisual.
ResponderEliminarLa inmediata necesidad pisotea cualquier otro interés.
ResponderEliminarMuy buen texto.
Me ha gustado mucho, mucho Es como una parábola de la realidad,
ResponderEliminarsupuestamente civilizada.
Un beso, David.
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin