Desde su aparición en la escena artística, en torno a 2000, la obra de Adel Abdessemed se nutre del desastre de la historia contemporánea. El artista utiliza el lenguaje del arte para apropiarse de la potencia de la violencia y la destrucción.La actualidad proporciona a Abdessemed el material de sus piezas, sometido a un trabajo de transformación.
Autor: Adel Abdessemed; Nombre: "Coup de tête" Material:Bronce. Medidas.: 5.34x2.18x3.48 m. |
Instalaciones, performances, dibujos, esculturas, vídeos, fotografías... sea cual sea el medio que emplea, Adel Abdessemed capta en sus piezas el rumor de la historia para ponerla en imágenes. Abdessemed recoge los signos de violencia que atraviesan el mundo para transformarlos en sintagmas cósmicos, construyendo un relato mitológico profano y compuesto, hecho de infinidad de correspondencias, que narra el interminable nacimiento del orden y la armonía a partir del caos.
Sinceramente me parece mal. Un hecho tan deleznable para un deportista de la talla de Zidane...no creo que al protagonista le haga muy feliz, sobre todo cuando lo único que van a recordar de su trayectoria profesional va a ser el fatal cabezazo. En fin, que aunque no lo dijera Sancho ni aparezca en el Quijote: "cosas veredes amiga Esfera".
ResponderEliminarun abrazo al equipo
Sí, cosas veredes. Ví este partido en España y de inmediato una chica española comentó: se le habrá dicho algo a proposito de su madre.
ResponderEliminarNo es que me guste el hecho, tampoco que se levante una estatua para inmortalizarlo. Pero ahora que un (gran?) escritor francés acaba de escribir un elogio del matador de Noruega prefiero esta obra que se refiere abiertamente al caos. A ver lo que nacerá de este caos.
Precisón: Zidane pidó disculpas y trabaja todavía con niños.
Ah, sí... totalmente de acuerdo con Catherine; prefiero mil veces ésta estatua antes que el elogio a la barbarie del asesino de Noruega... ¡por supuesto que sí!.
ResponderEliminarA mi es que me encantaba Zidane y me entristeció mucho su gesto.
un abrazo
No me parece de lo más edificante, pero tampoco lo es Cronos devorando a sus hijos, de Goya, y me parece una obra genial.
ResponderEliminarNo quiero decir con esto que me guste, solo que probablemente prefiera abstraerme del tema y disfrutar -o no- de la obra.
El arte se ha nutrido de tantas cosas... Salvando calidades y distancias, el deporte ha servido en más de una ocasión para la escultura. Y como dice Ana el arte de Goya (en un porcentaje altísimo) es un desfile acerca del horror humano. O no hablemos de Francis Bacon.
ResponderEliminarEntonces la cuestión no está en el tema, sino en que la obra sea verdaderamente artística.
Sí es así, no importará el detalle concreto (la inspiración) que se concretó en esta obra. Al fin y al cabo, ¿quién recuerda el nombre del atleta que sirvió de modelo a Mirón para su "Discóbolo"? Pero nos queda ese portento de obra.
Estas dos estatuas pueden significar muchas cosas o ninguna. Hoy sabemos que se trata de la reacción poco explicable de uno de los más grandes, frente a un tipo caracterizado, no precisamente por su delicadeza.
Pero cada uno jugó sus bazas. Y la conclusión fue que aquel mundial, que era francés, acabó siendo italiano.
Pues a mí me gusta esa libertad interpretativa, luego la obra será cuestión de gustos, pero sí que me interesa la crítica creativa que hay detrás.
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