Y mi resultado fue...
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El eco de la palabra golpeaba el cristal,
como un patinete contra la pared,
se hacía ruido rojo dentro del prejuicio.
Mi público era artificial:
una maceta, un cuadro,
una codorniz de cartón,
un punzón, aquel negro piano,
y tu rostro marmóreo
iluminado por la lámpara.
Poema: Saray Pavón
Dibujo: Massimiliano Marrani.
PD: Os podéis animar y escribir vosotros un poema con esas palabras y dejarlo como comentario. Es interesante ver la variedad que surge.
Todas las propuestas aquí.
Envío de propuestas aquí. Indicando en observaciones: "Un reto"
Llevo un buen rato contemplando tú poesía y me resulta dificiliiiiiisimo poder hacer lo que tú hiciste.Enhorabuenaaaaa!!!
ResponderEliminarLo más interesante de esta propuesta es el reto que supone a la 'razón lógica', sobre todo por las diferencias de significado entre unas palabras y otras. Por ejemplo cristal y patinete, o patinete y marmóreo.
ResponderEliminarVoy a intentar traer mi aportación.
Una suerte poseer esa admirable habilidad tuya para crear con las palabras colages perfectos; objetos que cuentan, dejando abierta la puerta a la imaginación del lector. Mi frase preferida es:
ResponderEliminar"se hacía ruido rojo dentro del prejuicio"...
El reto que propones es tan apetecible como dificil; aunque creo que dentro de cada escritor vive el alma de un poeta.
Felicidades Saray
Hemos creado una sección especial para los textos que vayan llegan sobre este "Reto".
ResponderEliminarEn la cabecera (barra de navegación) los iremos publicando, a medida que lleguen. Sección: Un Reto
Pueden publicarlos aquí como comentarios, o enviarlos por medio del formulario aquí:
http://programalaesfera.blogspot.com.es/p/te-publicamos.html
A desengrasar esas capacidades.
En el filo del cuchillo
ResponderEliminarse esconde el silencio,
una palabra, ningún ruido,
no hay público,
hasta el eco parece
estar distraído
frente al marmóreo
que atraviesa el alma.
El pico de una codorniz
es un punzón rojo
golpeando mi vida,
una lámpara,
una maceta tirada
en el suelo,
el piano negro
reflejado en el cristal
del tiempo,
lágrimas derrotadas
dentro de las trovas
vertidas,
una canción,
miles de prejuicios
grabados en mi piel,
una poesía en cuerpo
de ilusión rota
en aspavientos
de eternos momentos,
viles y eternos
momentos.
Hay silencio en la noche,
ResponderEliminarsólo un eco rompe el aire en su cristal
Junto a la lámpara se suicidan
Razón y Deseo, fugitivos.
Grito de codorniz sobre silencio suspendido
dentro de la artificial soledad donde se incineran
restos de mi prejuicio aniquilado.
Hay un rojo ruido en la noche,
sólo un piano invade los sentidos nómades,
penetra como un punzón por los pies
al llenar vacías horas sin regreso.
¿Dónde tu labio público sorprenderá
la piel hervida en los retazos
del cuadro de olvido?
Dispongo de la brújula
para guiar un negro verso nocturno,
maceta de Jazmines, Violetas o Narcisos
sobre una palabra ocres, que sucumbe
y el armario marmóreo
que ya huele a cenizas.
Interesante reto.
ResponderEliminarEnhorabuena a los que lo habéis aceptado... y superado!
Bueno, pues ahí va el mío:
ResponderEliminarLa pared es el eco marmóreo de tu rostro:
un punzón arrojado a mis latidos,
una lámpara fría
que arde en silencio de cristal,
quizá un piano sin público ni dedos,
quizá una codorniz con canto artificial,
acaso una maceta con flor enmudecida…
La pared es el eco marmóreo de tu rostro:
tus ojos son un cuadro ciego,
ni en tu labios respira el rojo,
sólo se escucha un ruido:
el rumor negro de un prejuicio,
de una mentira apenas susurrada,
como un poema sin palabra dentro.
Midala Gracias y ¡anímate! Estoy segura de que te saldrá algo interesante cuanto menos ;)
ResponderEliminarAmando Ya era fantástico saber que aceptabas el reto y... más todavía lo ha sido al leer tu poema. Me ha encantado, atrapa desde la primera palabra hasta el punto. Yo de aquí veo que podría salir un buen poemario ;)
Isabel Muchas gracias! Espero que te pique el gusanillo y le des vueltas y nos aportes tus palabras collage ;)
La Esfera Cultural Me sacaste una sonrisa. Gracias por darle apoyo y continuidad a este reto, creo que pueden salir cosas muy chulis. Esperamos que también desengrases tu boli :)
Soñador ¿Y decías que se te habían secado las ideas? Me alegra que no sea así y que sigas en la línea ;)
Daniel Tu poema ha sido otro giro más. "Junto a la lámpara se suicidan / Razón y Deseo..." ese verso, entre otros, atrapa :)
Ana J. Antes de lavarte las manos... mánchalas de letras y acepta el reto ;) Seguro que lo disfrutaremos cuando lo compartas :)
pues.. maldita inspiración...
ResponderEliminarEn el llanto de este piano
que ahoga palabras sin eco,
en el vértice del ruido
que sangra los silencios,
un punzón clavado dentro
del corazón
como si una codorniz
picotease la pared
hasta hallar tus prejuicios,
a veces públicos,
otras perdidos en abismos,
el marmóreo de una lámpara
encendida que destella
frente al cuadro de tu rostro,
tu llanto negro reflejado
en el cristal,
te detienes y piensas
que ojalá fuese artificial.
Esta esfera cada día sorprende más. No sólo me parece un reto interesante sino original y lo nunca visto escribir poesía con palabras prefijadas (sólo lo había visto con prosa) . Enhorabuena Saray y a todos los que se animen a esta interesante propuesta.
ResponderEliminarUna pared pintada de rojo, en el centro una palabra escrita dentro de un cuadro marmóreo grabada a punzón. Sentado al rojo piano iluminado únicamente con la cálida luz de una lámpara incrustada en la maceta de mi cáctus negro, sin perjuicio ni ruido, ni el eco de un público que me devuelva su silencio artificial, recuerdo la pared y me parece buen nombre para una preciosa melodía y poder ganar la ansiada Codorniz de Cristal.
ResponderEliminarEl silencio me permite escuchar a través de la pared, lo que es público; aquello que sucede en el piso contiguo, de lo que se hace eco el vecindario. Oigo ruido, un cristal roto, la maceta artificial -esa que veo cada día al asomarme- cae a la calle junto al cuadro y la codorniz disecada; tengo un prejuicio, lo confieso: los cazadores, no me gustan.
ResponderEliminarMe siento al piano, junto a la lámpara, un presagio negro como un nubarrón, pasa por mi mente. Una palabra me saca de estos pensamientos, más bien un grito: Auxilio!
Sé lo que me voy a encontrar. Una mujer marmórea, un punzón en la garganta y el suelo regado de rojo. No me muevo, me quedo dentro, acobardado.
Inspirado, además en un hecho real de ayer mismo. No aprenderemos!
Besos a todos.
Genial las aportaciones!!!! ¡Qué variedad y arte rebosan! :D Un beso a todos!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe traslado hacia un mundo marmóreo
ResponderEliminarde ecos y desiertos,
de valles artificiales,
de lámparas descolgadas,
de palabras penetrantes.
Soy silencio empedernido
que consume ruidos,
que atesora millas,
que devora paredes,
en busca de cuadros colgantes,
de pianos entumecidos,
de florestas efímeras,
de codornices gigantes,
de macetas ardientes,
de publico moteado,
de prejuicios siniestros,
de punzones infernales,
Viajo por mares negros
plagados de monstruos
dentro de los recintos abisales,
y por selvas que no dejan espacio
al visitante.
De rojo viajo porque mis pies viajan,
para ver si me encuentro a mi mismo
en algún recodo del camino,
y dejo de lado mi vocación de cristal
que se estremece no ante Dios,
sino ante los hechos de los hombres.
Michel Manuel Canet.
Punzón y silencio
ResponderEliminarentre corcheas
ahogaban el eco
deshilvanado
que fue tu reflejo
en mi cristal.
Pared y papel
entre telones
cubrían la palabra
espinada
que fue prejuicio
sobre tu piel.
No fuiste luz
ni lámpara.
Codorniz y ala
entre imposibles
batiendo un mañana
artificial
que fue receta
de soledad.
No fuiste maceta
ni planta.
Acorde y cuadro
entre negros pianos
enmudecen el llanto
marmóreo
que fue mi público
entre sábanas.
Ruido rojo
de lágrima profana.
No fuiste destino,
mi Casablanca.
BUENO SARAY AQUÍ ESTAMOS ATREVIENDONOS CON TAN DIFICIL RETO :)
ResponderEliminarEsta es una noche extraña,
una codorniz nocturna
se empeña en cantarle a la luna,
se escucha el graznido del cuervo
zaino
oculto dentro del cuadro rojo.
Todo parece artificial esta noche;
Tu palabra rota se clava
como un cristal en mi alma
y el punzón negro de tu silencio
hiere de muerte mi cordura.
Mis lamentos se estrellan
contra la pared artificial de tu sonrisa.
las caricias se marchitan
en la maceta de los sueños olvidados.
Mientras en la celda oscura
el amor, condenado a muerte,
espera inútilmente el indulto.
Se oye un piano solitario entonando
La melodía triste de; la “Pavana” de Ravel,
le acompaña solemne
una lámpara cargada de lágrimas
El silencio por fin venció al ruido
en este recinto marmóreo en que descanso.
Esta es una noche extraña,
una codorniz nocturna
se empeña en cantarle a la luna.
Todas las propuestas presentadas aquí:
ResponderEliminarhttp://programalaesfera.blogspot.com.es/p/un-reto.html
Como un punzón
ResponderEliminaratraviesa tu palabra en la pared
El público aplaude sin prejuicio y en silencio.
La melodía del negro piano y el eco de tu voz suena como un cristal.
Una lámpara ilumina la maseta en la ventana
Y Dentro del rojo cuadro marmóreo una codorníz artificial festeja con mucho ruido la vida.
Qué rica variedad de poemas :) Ahora mismo siento debilidad por el de M.C. buen poema para abrir la mañana.
ResponderEliminarMe gustó tanto tu poema Saray, como el reto, no dejáis de sorprender.
ResponderEliminarSaludo
Una propuesta genial, Saray. Me apunto.
ResponderEliminarCodorniz
El eco del prejuicio,
como el punzón que golpea
a una codorniz malherida,
alumbra la palabra,
en el rojo atardecer que resbala de las manos
y acaricia el silencio marmóreo,
bajo las miradas que se precipitan desde el cristal público,
maceta en la que se exhibe la flor artificial
que da color a las mentiras,
cuadro grotesco que decora la pared de las conciencias
en las tristes mañanas ahogadas por el ruido
del viejo y negro piano de cola
desafinado instrumento prisionero de las sombras
cuando la lámpara se apaga, clandestina.
Reto
ResponderEliminarNegro prejuicio esconde dentro de la palabra
al rojo destello que la lámpara da
Sin público el piano ha quedado en silencio
Sobre la pared el cuadro,
donde una codorniz, reposa sobre la maceta
que a puro punzón fuera tallada,
mientras el eco repite el ruido del cristal
al romperse sobre el piso de un marmóreo artificial
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVoy a intentarlo de nuevo.
ResponderEliminarMarcos Alonso me envío un enlace:
que espero veais aquí
Y a mí me ha provocado este poema:
Es sábado por la mañana:
mañana de cristal opaco, casi negro,
mañana que quisiera atravesar
con un punzón de luz,
llegado de muy lejos, tras el mar.
Es sábado por la mañana:
una mañana anémica cubierta de mentiras,
mañana como lámpara
vestida en el prejuicio del silencio,
ciega como pared sin ojos.
Se aleja la palabra, me siento agotado;
cuando algo desde dentro abre mis dedos
y rozan el teclado,
no nacen melodías,
del piano brota ruido estéril,
cacofonías, ecos, oropeles,
inútil brillantez que no me alumbra,
deslumbramiento que enceguece.
Me gustaría, como antaño,
escribir la sonrisa de un ocaso,
un himno invencible y marmóreo:
ese labio tan rojo, su fuego de esperanza,
que grita libertad rompiendo las cadenas.
Quisiera destrozar con algún verso
las mentiras que en público nos venden
usando el monocorde tabaleo
de aquella codorniz cansada
y tantas veces abatida.
Gritan con viejas voces de truhanes
que en su maceta crecen flores,
pero ya a nadie engañan,
su verdad es mentira artificial,
su verdad es veneno que asesina,
su verdad es un canto funerario.
Es sábado por la mañana,
una mañana negra,
y quiero que mi verso sea punzón de luz
que rompa el cristal negro y sus mentiras.
Así que las gracias o las culpas al bueno de Marcos y a los alumnos del Instituto de Agüimes que no se conforman con la evidencia y cruzan el mar buscando punzones de luz.
Gracias, Amando. Un poema precioso y sentido. Un inmenso regalo que haré llegar a mis alumnos. Mil gracias.
ResponderEliminarHecho: http://ellagartoescribidor.blogspot.com.es/2012/10/cancion-por-africa.html
ResponderEliminarEstuependo el reto, los poemas variados excelentes también.
ResponderEliminarVengo a decir sobre todo que plus rien ne m'étonne, nada me asombra desde que se han repartido el mundo sin preguntar nada a nadie. Gracias Marcos y Amando.
Bueno, ahí va lo que me han sugerido a mí esas palabras...
ResponderEliminarLa voz de la palabra
de entre montañas de cristal
resuena el eco transversal
que momentos después
al silencio hace rondar
pero dentro de tu ser
sientes un vacío artificial
ni el vuelo de una codorniz
sobre el rojo fondo de la pared
desinhibe tu prejuicio ante tu público
de esa mirada insistente
a ese cuadro transparente
carente de maceta y de flores
vacío de ilusiones y amores
sobre el suelo marmóreo
junto al piano negro
ahí estás tú, inerte
mientras te ilumina la lámpara
que en tu cuerpo está presente.
Marcos, Acabo de escribir en el blog del instituto, ese magnífico "Lagarto escribidor", este comentario que también dejo aquí:
ResponderEliminar"Querido, Marcos, gracias por haberme hecho partícipe de este trabajo conjunto entre los alumnos del Instituto Joaquín Artiles de Agüimes y el Mouvement Scoot et Guides de Mauritanie. Fue como un arañazo a nuestras conciencias ver y escuchar los bailes, la canción, los ritmos, pero sobre todo vuestras sonrisas jóvenes, como un punzón de luz que atraviesan todas las oscuridades y todas las mentiras".
Gracias, también, Catherine, por tus palabras. Es hermoso que desde Francia nos llegue una reflexión así.
Ramón ¡Vamos! ¡Anímate y haz uno! :D
ResponderEliminarMarcos, El moli y Mercedes un placer leer vuestras aportaciones!!!
Amando El tema merecía tu punzón de luz.
Buenos días a todos, veo que habeis madrugado muchos; Saray el poema del reto 1º el tuyo, lo tienes en la sección de RETO puesto que así indicó alguien de vosotros, lo traigo;
ResponderEliminarUn público marmóreo rompió el silencio,
la palabra se hizo ruido, aspaviento.
Mientras un piano negro entonaba el himno,
eco, de unos viejos tiempos de cristal.
Sin prejuicio voceaba un orador artificial,
recordándome un añejo bodegón -cuadro en la pared-
y dentro de él, una maceta de gloriosas almas
marchitas, y una codorniz atravesada por un punzón
teñido de nuestro rojo;
La tenue luz de la lámpara lagrimal, nos llueve,
acallando nuestras voces ante la inmovilidad de un tiempo,
que ya dejó de ser nuestro.
PD. En cuánto al reto propuesto por Amando, bien podría valer este mismo.
Cierto Ramón ahora al releerlo lo recuerdo, pero claro, al haberlo puesto en la otra entrada pues se me ha ido un poco el hilo :)
ResponderEliminarQueda claro que a los esféricos les van los retos, cada día más originales. Enhorabuena a todos, especialmente a ti, Saray, por ser la promotora, ya ves el éxito.
ResponderEliminarMagníficos retos :) Felicito a la "instigadora"
ResponderEliminarSu simpatía me anima a dejar una aportación
---
El eco me devolvió tu palabra fría y desafinada,
como las notas del piano.
Tu adiós, como un punzón, taladró la noche
iluminada por una lámpara de neón;
y yo, como una marioneta sin público,
quedé colgada de una ventana sin cristal,
desdibujada dentro de un cuadro sin marco,
enterrada en una maceta artificial...
Quise migrar, como la codorniz,
del rojo al negro,
del ruido al silencio.
Sin prejuicio busqué tu amor
y encontré el frío marmóreo de tu pared.
Ángeles Me encanta ver que los esféricos se dejan enredar y que, además, lo hacen con tanto arte :)
ResponderEliminarMariluz Magnífica también tu aportación :D
Enhorabuena. Es una poesía preciosa que, además, ha utilizado a la perfección las palabras requeridas. Me gusta leer poesía, pero, se me da muy mal escribirla. Me gusta contar historias del único modo que sé y ese modo es la prosa. Un saludo.
ResponderEliminarMe encantaría aceptar el reto, pero la poesía no es mi fuerte, ni como escritor ni como lector, una falla mía, sin dudas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
HD
Dentro del mundanal silencio
ResponderEliminarde mi habitación con un punzón
agujereando la pared para colgar
el dichoso cuadro negro de cristal.
Que el público podrá advertir con sus prejuicios,
el ruido hará escuchar el eco dentro de la maceta,
Chocando con la lámpara y marmóreo mármol rojo
en forma de codorniz que parecía artificial,
tienes mi palabra que aunque soy rojo pareceré
anarquista por ti.
ResponderEliminarEl eco de la música del piano sobre el cristal,
se debatía como un punzón sobre mi cansado corazón.
El color rojo de la lámpara que alumbraba la estancia,
era tan artificial como el silencio del prejuicio de tus palabras
que retumbaban sobre la triste pared de mi habitación.
En el alfeizar del ventanal,
una codorniz y una maceta, eran todo mi público,
y yo, como un alma marmórea,
seguía perdida dentro de la soledad de mi habitación
mi enhorabuena a todos por los aportes tan extupendos, saludos.
El ruido de tu recuerdo me despertó, una vez más.
ResponderEliminarMientras el eco de tu palabra estallaba en el cristal.
Al rato, encendí la lámpara y comencé a escribir,
para intentar cincelar a punzón mi marmóreo corazón,
para quitar el artificial prejuicio de “todas malas” que instauraste en él.
No sé por qué, me invadió el silencio, me invadió el silencio y tú no estabas,
tan sólo tenía como público a aquella pareja del cuadro,
que antes éramos nosotros.
Y me avergüenzo y me pongo rojo
al reconocer que las notas de tu piano negro de pared siguen dentro de mí.
Abrazando este final sin codorniz, ni perdiz ni nada parecido
porque fuimos el resultado de una maceta dándose de bruces contra el suelo.
En eso consistió nuestra historia
Menudo reto...
ResponderEliminarNo voy a poder coger el guante porque no sé hacer poesía, aunque estaré muy atenta a todo lo que se escriba.
Reto no superado.
Un saludo.
ResponderEliminarNo fue el silencio lo que se me clavó dentro
no fue el cristal que reflejó mi negro sino
ni el marmóreo frío que cuan punzón
se clavó en lo más hondo de mi pecho
Fue tu palabra arrojada sobre mí
la que tiñó de rojo mi esperanza,
la que alzó una pared,
una barrera,
y me mostró la maceta sin flores
el piano desafinado, la lámpara sin luz
y el cuadro mal centrado en la pared
Signos de que las cosas entre nosotros
no volverían a su ser
y quise hacerlo público y grité
y llené de ruido
la hora de la siesta en nuestra calle
un ruido artificial que nadie oyó
Me olvidé de prejuicios y lloré
un canto extraño llegó a mis oídos
parecía una pequeña codorniz perdida
Perdida como yo.
ResponderEliminarBAH!
De la noche y silenciosa bulla
Del perplejo y silencioso tiempo
Corrió por el suelo el viento
El olor del líquido rojo,
Silencio y un besó de piojo,
Oh! Sanguinario grito,
Donde la luz se torna negra,
Y el amanecer pareciese pantera….
El público se petrifica...
Tras el tullido sonido del piano,
De un burgués artista
Cuya inspiración;
un cadáver marmóreo,
Muerto mil veces muerto,
Que ni el alma de la codorniz
Intento lucrar con el punzón
Ni con la maceta del corazón,
Del elocuente Sansón
Tome mi pluma de nuevo y de nuevo digo
Que nada vale de nuevo
Porque mi lámpara no tiene gana
Y mi voz sólo tiene ruido
Donde el cristal eco vaga
Quizás y sólo quizás un cuadro
Palabra y pared dentro del alma mía.
AUTOR: LILIANA ARROYO MARTINEZ
Para mí, la poesía, es como las integrales, no me salen por mucho que me las expliquen. Pero admirada estoy con lo que he leído de los compañeros. Un abrazo para todos.
ResponderEliminarAmparo y Humberto os confieso que a mí antes no me hacía tilín la poesía, ni leerla... y mucho menos escribirla y al final... enganchada me encuentro ;)
ResponderEliminarMarisol, Nuria, Anónimo y Liliana Gracias por continuar con este reto :D
Nadie ¡Qué alegría que hayas aceptado mi reto y además con mucho tino :) Un beso!
Towanda Es cuestión sólamente de no tener miedo y mancharse las manos con tinta, las palabras irán cayendo y bailando hasta que tú las pares. Y seguro que queda algo, cuanto menos, curioso :)
Mar jajajaja me ha gustado la comparación, aunque soy de las que piensan lo de "si quieres... puedes" (en todos los ámbitos :)).
El Rapaz, el hambre y la codorniz.
ResponderEliminarUna dama sin prejuicio vestida con un negro camisón
se asomó a la ventana lámpara en mano
y viendo éste cuadro, rompió el silencio de palabra:
-¡Rapaz! el eco del ruido artificial llega hasta mi alcoba,
clavándoseme como punzón tiñendo de rojo mi almohada.
El rapaz acallaba su risa, mientras miraba dentro
de una pequeña maceta, las migajas que el público dejaba.
Y allí, contra la pared y bajo aquella ventana sin cristal,
una codorniz de pico marmóreo un piano aporreaba.
Saludos a todos y todas
Ahí vamos...
ResponderEliminarAquel piano de cola negro,
cuyo eco retumbaba marmóreo
dentro del prejuicio escondido
del silencio
empañó sus notas en el cristal roto
de unas manos,
marchitando la flor en la maceta
desconchando la pintura del torcido cuadro
que colgaba en la
soledad de la pared.
La música,
melodía sin palabra,
hizo estallar la luz artificial
de la apolillada lámpara
como un punzón,
troquelando
en un difuminado rojo
la mortecina codorniz
que aleteaba expirando su último suspiro
en el raído tejido de la pantalla
ante el público atónito
y acendrado
de un yo perdido,
arrebujado en el ruido
de un aria tan distante y muerta
como lo son
esos absurdos Réquiems
que se tocan,
y ya son de nadie.
Abrazo.
Ramón Qué bueno que te animaste de nuevo y ¡qué buen giro! Cada día me alegro más de haber sugerido el reto :)
ResponderEliminarLa zarzamora Muy intenso y visual :)
En la palabra codorniz,
ResponderEliminarescrita con rojo barniz
y en la pared tachada
con un punzón de plata,
se refleja el ruido,
silencio que se ha ido,
en público prejuicio,
artificial, advenido,
dentro de eco perdido.
Mi piano en negro cristal,
lámpara en luz natural,
cuadro de tu reflejo,
de tu marmóreo beso,
hace maceta, y eso ...
jejeje ...
ResponderEliminarA todo el público:
ResponderEliminarCambio un cuadro rojo de una maceta, que tengo en la pared, encima del piano sujeto con un punzón y sin cristal
(porque se cayó dentro del piano y no veas el ruido que hace ahora el pobre, suena con eco y artificial)
por lampara de color negro de acabado marmóreo (a ver si logro un poco de silencio).
Si es requerido pago, no tengo prejuicio. Razón: calle codorniz nº 13
Pintura Surrealista en directo
ResponderEliminar==============================
En el silencio de la estancia
escuché una palabra, una sola,
que hizo eco en mi interior.
El ruido del público tras el cristal
interrumpió mi veneración
por el perfil de tu rostro, tan artificial.
Ella colgaba de una pared,
una maceta sobre un piano a tus pies,
y una lámpara iluminaba
tu semblante marmóreo,
tu contorno sobre fondo negro,
y mi prejuicio enmarcado en un cuadro.
¡Matadla!, - dijo el pintor, y
un punzón se introdujo dentro de su corazón
derramando el el suelo
color rojo bermellón.
Y tú, como era una codorniz la que agonizaba,
no dijiste ni una sola palabra.
==================
Espero que os haya gustado y felicidades a todos los participantes de este reto.
Un abrazo.
Todos los retos que he leído son estupendos. Yolanda me ha invitado a este y lo he intentado, no se si lo he conseguido.
ResponderEliminarDentro de un cuadro
colgado en la pared,
podía verse una codorniz roja,
atada a una lámpara de cristal.
El público lo contemplaba en silencio.
Parecía demasiado artificial,
pero, la palabra "prejuicio"
no hizo eco aquella tarde.
De pronto, una maceta cayó
sobre el piano negro de la sala.
El ruido se clavó
como un punzón en los oídos
de los espectadores, cuyos rostros
se tornaron a un color pálido,
marmóreo, al instante.
Gracias por la invitación al "Reto" allá fue mi colaboración. Espero que guste.
ResponderEliminarBesicos
Aquí va la mía. Estoy algo desentrenada
ResponderEliminarQué difícil es oír
el ruido de la codorniz
sin recordar el eco
de tu palabra.
Que difícil es sentir
ese punzón, mientras suena
nuestra melodía al piano,
rebotando su sonido
en aquella lámpara...
en nuestro cuadro...
dentro de tu maceta...
en esa pared que tantos
secretos podría explicar...
Qué difícil es vivir
con ese silencio artificial
provocado por el prejuicio
marmóreo de ese público
rojo y negro que nos
observa a través de ese cristal.
Me ha encantado ver que aún se han sumado más personas al reto y con unos pedazos de poemas :D Besos!
ResponderEliminar