Con cuidado para que no se les caigan los alfileres sobre la almohada, los sueños de Aurora se posaron mezclándose entre su pelo.
No sabían cual sería el elegido; aventuras, amor o quizás misterio. Lo que estaba claro es que nada de pesadillas, por mucho que protestaron, ese día les tocó quedarse en casa.
La noche llegó al fin y Aurora escogió. Nadie supo cual fue el ganador. Al despertar y como única pista, una nota que decía:“Suéñame pronto”.
Texto: Erika González Leandro
Narración: La Voz Silenciosa
Ese mundo de los sueños en que podemos elegir realmente lo que queremos soñar, ese, ese es el momento más hermoso de nuestras vidas.,
ResponderEliminarPrecioso, con sutil escritura y una sensibilidad que acaricia
Abrazos
Una delicia.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Una delicia.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Dulces sueños hasta la Aurora, estupendo ese tránsito desde los alfileres hasta la seda.
ResponderEliminarBrisa fresca y optimista.
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios, me hacen muy feliz, me animan muchísimo a seguir en este camino de letras. Un beso para todos
ResponderEliminarQué original los sueños como alfileres. Precioso. ¡Quién pudiera escogerlos! Ese fial es fantástico.
ResponderEliminarFelicidades, Erika, un beso.