15 enero, 2013
Mi adorable cuñada
Con que gorda, tetona y chismosa, ¿estás hablando de ti, no? Si es que tu hermano parece de otra familia. Aunque lo mismo la que es de otra familia eres tú, guapa, porque anda que eres enredadora. Ni a tu madre, la pobre señora, le llegas al borde de la enagua –que ella es todavía de las que las lleva de blonda almidonada, para eso no ha despedido a su anciana Silvia, de las pocas que quedan que saben planchar así las cosas–, con ese saber estar que tan poco heredaste. Seguro que habrás salido a tu verdadera familia, ahora que lo pienso, te pareces más a la Silvia, que con la edad y las cataratas se ha vuelto más comedida, pero anda que si no fuera por lo bien que plancha, no creo que hubiera sobrevivido a tantas generaciones de sirvientas. Y ahora que lo pienso más, lo mismo ha sobrevivido por otros motivos más oscuros, váyase a saber.
Tú lo que eres es una fuerte envidiosa porque nunca has conseguido soltarte de la telebasura para levantarte del sofá y buscarte un trabajo, o siquiera mover tu culo bien despachado para poder preñarte, que eso, mi adorable cuñada, también es un trabajo. Además de que no has logrado superar los celos porque te arrebaté a tu amado hermano. Pero querida, si tú con él no te podías casar, está prohibido. Y luego vas y te casas con el bruto de tu marido como buscando al hombre opuesto y así no creerte en pecado. Que no, cuñada, que los opuestos son lo mismo, que lo tuyo no tiene perdón.
Si es que no sé ni por qué me molesto en molestarme, si tú es que no das para más, tan primitiva, tan corta de miras, pareciera que estás opositando a retrasada mental. En fin, porque para mí la familia es fundamental y me han dicho que tú eres pariente político –aunque si supieras lo que yo pienso de los políticos, te borrabas de pariente–, que si no, solo te trataría como servicio doméstico, si es que sirvieras para algo.
Una réplica a la cuñada aquí.
Texto: Ángeles Jiménez
Narración: La Voz Silenciosa
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Toma, la otra! no se iba a callar! Pelea de gatas. Muy divertido, Ángeles. Besos.
ResponderEliminar¡¡Aumenta la tensión!! Se masca la tragedia...
ResponderEliminar¿Continuará?
(Por cierto, respecto de la opinión acerca de los políticos coincido con la cuñada)
Muy bueno!se puede oler la rabia, je je
ResponderEliminar¡Madre mía! que alguién pare a estas dos cuñadas, Si las palabras mataran ya estarían muertas y lo peor es que ¡vamos a ser "testigas"!.
ResponderEliminarAunque yo gritaría:
-¡Que llamen urgentemente a un exhorcista, parece que el diablo no solo se viste de Prada, a veces también se mete en la piel de las cuñadas!..ja..ja
Yo me voy a quitar de en medio. Que ya se sabe... que al final éstas se arreglan y la culpa es mía.
ResponderEliminarReal como la vida misma. Si pudiéramos entrar en las mentes de más de una y más de dos cuñadas (o vecinas, o compañeras de trabajo...) seguro que encontraríamos algo muy similar.
ResponderEliminarGenial, Ángeles.
Y, José Francisco, estás hecho toda una cuñada...
Al final voy a ser algo así como aquel inolvidable para mí, Pepe Iglesias "El Zorro".
ResponderEliminarEn la radio de mis 10 añitos hacía maravillas con su Hotel La Sola Cama.
Muchas voces y un solo personaje.
La magia de la radio.
ummmmmmmmmm qué recuerdos.
Gracias, amigos esféricos. No saben la que se ha liado en la familia, ahora la suegra quiere mediar y temo que sea peor el remedio... En fin, sigan atentos.
ResponderEliminarEstupenda "La voz", como siempre.
Gracias