05 abril, 2013
Amargo despertar
Esa noche había dormido con su pijama favorito dibujado con pequeños carruseles encadenados desde el cuello, hasta el borde que llegaba a los pies.
Cuando abrió los ojos se le encogió el alma, alguien le había robado el cielo.
Su cuerpo se hizo un ovillo y no paró de llorar, hasta que de nuevo empapelaron el techo.
Texto: María Estévez
Narración. La Voz Silenciosa
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Un texto muy visual, los carruseles y el cielo azul y ese techo por pintar...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besicos
En esta escena plasmada desde su inspiración,trajo a mi mente algún recuerdo infantil,cuando recostada miras precisamente al techo e imaginas tanto...
ResponderEliminarQué tierno! Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
El despertar de un niño, no siempre tan agradable como sus sueños. Muy tierno.
ResponderEliminarCapobá, Sonia, Isolda, Ana: Muchas gracias por sus comentarios.
ResponderEliminarMaría Estévez.
Hablando como lector: Una de las maravillas que proporciona la literatura es que aumenta la capacidad para ver el mundo desde múltiples ángulos.
ResponderEliminarGracias por comentar Amando...
ResponderEliminarY gracias a la Voz Silenciosa por narrar el microrrelato, es un placer escuchar su cálida voz.
María Estévez