Lo echa de menos, pero por más que lo intenta, no da con el qué. Por eso no para de cavilar, dividido entre razón y añoranza. ¿Qué es aquello que echa de menos? Algo no le cuadra. Quebrado, debilitado de tanto discurrir y penar, multiplica sus esfuerzos por dar con la raíz del problema. Echa el resto buscando el hilo conductor, el común denominador de sus inquietudes, hasta perder de manera integral la razón, el sentido de la proporción. Finalmente, muere desesperado, dejando que la tierra acoja en su seno a este hombre sin solución.
Texto: Mikel Aboitiz
Este texto no me había entrado en la ecuación hasta ahora. Mi despiste tendía al infinito, pero ahora que he cuadrado la atención descubro una historia que no por común deje de impactar.
ResponderEliminarSe merece un sobresaliente.
Perdón por seguir con las metáforas matemáticas, lo que queria decir es que me ha gustado el texto y que me había pasado desapercibido, algo imperdonable, porque merece la pena ser leído y reflexionado.
Curioso, muy curioso esta historia matemática.
ResponderEliminarLa palabra Saudade me cautiva. Es de mis favoritas. Y existe tanta controversia con su significado y procedencia...
ResponderEliminarInteresante texto.
Para que luego digan que con las matemáticas no se puede hacer literatura... e incluso literatura que despeja incógnitas, aunque plantee nuevos teoremas.
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