07 septiembre, 2013

El viaje del protagonista narrativo

Una narración suele consistir en la descripción del viaje del protagonista de la historia narrada. En ese viaje del protagonista, le acompañamos a lo largo de los conflictos que debe afrontar, de las pruebas que debe superar.
El personaje narrativo viaja en sus conflictos

El viaje del protagonista comienza con lo que podríamos llamar el disparador, y que no es otra cosa que un acontecimiento inusual, o realmente significativo, que torna en especial el decorado de la vida del protagonista; algo que le abre las puertas de un mundo nuevo hasta ahora desconocido. Es su deambular por ese mundo especial lo que merece ser contado y, por tanto, hace realmente interesante una historia para el lector.

Si el personaje protagonista está bien construido por el autor, el lector lo entenderá cercano, compartirá con él determinadas características y hasta le producirá determinados sentimientos, bien de simpatía o antipatía. Todo esto hará posible que el lector experimente ciertas emociones a medida que el protagonista, durante su viaje, se ve enfrentado a complicaciones o verdaderos problemas; todo esto creará
en el lector la necesidad de ponerse en la piel del protagonista y preguntarse (antes de que lo haga el protagonista) cómo resolvería en su lugar, tal o cual dificultad, y también creará en el lector la sensación de curiosidad por saber cómo lo resolverá el propio protagonista, o incluso si será capaz o no de "salir vivo" del intento y, en caso de que no lo consiguiera, sentirá curiosidad por saber qué precio pagó por ello y en qué situación queda después.

Bien, tenemos un personaje bien construido que, por tanto, resulta atractivo al lector. Tenemos un hecho o un acontecimiento que convierten los próximos pasos de su camino vital en un mundo especial lleno de amenazas y peligros, de amigos y enemigos más o menos inesperados y de giros que sacan del fondo mismo de su personalidad, comportamientos inesperados incluso para él mismo pero, en todo caso, justificables desde el prisma del mundo especial en el que se encuentra.

El autor deberá someter al protagonista de su historia a todo tipo de conflictos y situaciones que bifurcarán irremediablemente su vida para siempre. Si el personaje está bien construido, él mismo será quien encuentre la salida al más difícil de los laberintos en que se vea inmerso. Por lo tanto, un protagonista bien creado hará disfrutar al lector de un viaje que nunca olvidará.

El viaje del protagonista.
Artículo: Victor J. Sanz

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Víctor. Si un protagonista (y secundarios, por supuesto) está bien construido, es casi imposible que la historia no funcione. Porque para que nos creamos al protagonista tiene que ser alguien que se te pegue a la piel y le tienen que suceder cosas que te remuevan. De lo contrario, mejor cerrar el libro y pasar a otra cosa.
    Como siempre, tu sección es un placer y altamente ilustrativa.

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  2. Estupenda entrada y muy aleccionadora. Da gusto leerte Víctor.

    Saludos.

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  3. Magnífico texto, creo que has explicado a la perfección cómo deben ser los personajes. Así es como engancha una historia. Otra cosa es llevarlo a la práctica, amigo.
    Besos, Víctor.

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  4. Es así. Sólo añadiría o matizaría a lo que dices que ese viaje, esos conflictos, esas aventuras, no sólo tienen por qué ser exteriores, también hay fascinantes viajes y aventuras interiores. De hecho muchas grandes novelas se caracterizan o son ponderadas por la evolución del personaje a lo largo del relato, más que por las peripecias externas que le suceden.

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