Badil
1.- m. Caldero.
2.- m. Paleta de hierro o de otro
metal, para mover y recoger la lumbre en las chimeneas y braseros.
El origen de esta palabra está en la
palabra latina: batillum, con la que
los antiguos se referían a una pequeña paleta utilizada para recoger las
cenizas de las brasas. No se usaba para “mover la lumbre” como pensaban algunos
sino para recoger la lumbre y concentrarla, y que las cenizas no se
esparcieran, o llevar las brazas hacia adentro.
La evolución rápida de este vocablo (batillu>badil) hace que aparezca
desde finales del siglo XIII.
Soy partidario de los objetos multifunciones. Con este badil yo recogería no solo lumbres, sino dinero, maíz, amor, palabras... Creo que sirve para muchas más utilidades.
ResponderEliminarViejo badil de mis recuerdos infantiles. Negro para el carbón negro de la caldera de la vieja casa donde fui feliz, donde por vez primera supe que escribir sería algo fundamental para mí.
ResponderEliminarUn badil de hierro que amenizaba los minutos aquellos previos a que el calor comenzara a luchar contra el frío del invierno.
Amigo Amando, ese badil y escenario del que hablas, como comprenderás en Canarias, jamás lo hemos visto. Abanicos sí. Una pena, o una fortuna. Según se mire.
ResponderEliminarUna vez hubo ardido por completo el viejo e inútil barril, Sofía se manchó el mándil, mientras andaba recogiendo las cenizas con un BADIL.
ResponderEliminarGracias chicos, recojo con mi Badil todas vuestras frases.
ResponderEliminarSiempre supe que me quedé allá, por el siglo XIII, el XIV como mucho. Ni siquiera el plástico ha podido con el badil.
ResponderEliminar¡Y lo bien que suena! ¡Donde va a parar! Recogedor... badil... NO HAY COLOR!!!!
Lo voy a usar dentro de poco, cuando me decida a hacer fuego en la chimenea.
ResponderEliminarLos abanicos,cuando los necesito, se han quedado en el cajón.