Lámpara Gaudí. |
Fiel esposa en Madrid o pasional amante de Paco, el director del banco, en Barcelona.
Abrió los ojos, umm la lamparita de la mesilla de noche, la de Gaudí que tanto le gustaba, le dijo que estaba en Barcelona, pero juraría que era sábado y la noche anterior había volado a Madrid…
Miró la hora, las 10, ¿las 10? Oyó el ruido de la ducha en el baño.
—¡Paco! ¡Paco! Que son las 10, que nos hemos dormido, que teníamos que estar ya en el banco!!
El ruido del agua cesó, la puerta del baño se abrió y su marido apareció con cara de no entender lo que acababa de oír.
—¿Qué has dicho?
—Eres tú… estoy en Madrid… pero, explícame, la lámpara de la mesita…
Su marido no podía creer lo que oía, su mujer estaba a punto de confesar un adulterio, y solo se le ocurría pedir explicaciones sobre las nuevas lámparas de la mesilla de noche.
Texto: Mª Asunción Buendía Hervás
Es que vivir a trozos termina por pasar "fracturas", como esa fracturada lámpara de Gaudí, tan llena de colorines, tan llena de aristas,…
ResponderEliminarBuen relato, Asunción.
Si está Gaudi en Barcelona Y Madrid, si a los tres les encanta esta lámpara, pues es el trío perfecto...
ResponderEliminarSoy Asun, y lo primero gracias a La Esfera por publicar mi pequeño relato y por añadir esa foto de la lamparita de Gaudí.
ResponderEliminarGracias Miguesl Ángel por tu lectura, y es verdad las dobles vidas pasan factura...
Gracias Catherine por tu comentario. Efectivamente, quizá deberían plantearse esa posibilidad de trío.
Un abrazo a todos.
Eso pasa con los amores compartidos, que nunca se sabe con cual se ha de quedar.
ResponderEliminarMuy buen relato Asun.