El burro grande aunque no ande. Continentes sin el contenido para el que fueron proyectados. |
Te explicaré brevemente como funciona
el sistema:
- Político listo nos vende que va a construir un auditorio, teatro, Espacio de Arte, cine... o lo que se le ocurra.
- Elige el lugar de construcción (expropia o compra terrero con nuestro dinero). Comisión
- Construye, remodela, reforma (con nuestro dinero). Posteriormente siempre existirán desajustes y sobrecostes del presupuesto inicial. Comisión.
- Selecciona al personal: gerentes, administrativos, coordinadores y una ristra de gente... (con nuestro dinero)
- Contrata las exposiciones, actuaciones o películas a proyectar (con nuestro dinero)
- Como espectadores al fin asistimos y nos cobran entrada. O solicitamos el lugar como creadores para representar, exponer o actuar y nos cobran un alquiler. El caso es que siempre pagamos
¿Qué diferencia o beneficios tienen estos proyectos tutelados frente a las iniciativas culturales privadas? Ninguna. Si voy a ver una obra de teatro, una película, un concierto o una exposición y en ambos pago. Incluso en los privados en ocasiones es más barata la entrada y me tratan con honores de cliente. Saben lo que significa un cliente.
Estoy muy hastiado de las políticas
culturales de la administración. Cada mes cuentan con un presupuesto
para ofrecernos lo que nos ofrece el sector privado sin ningún tipo
de ayuda y encima generan beneficio y empleo ¿Cómo puede ser? ¿Son
más listos y los centros tutelados más tontos? No. Simplemente que el dinero no les cuesta.
En ocasiones he tratado de rodar una
simple secuencia de un cortometraje en uno de estos centros públicos
(joder que también son míos, los he pagado y los pago con creces
con mis impuestos cada mes) y he estado semanas tocando puertas en
diferentes centros, todo han sido pegas, rellenar instancias, cara de "pero...¿sabes lo que estás pidiendo?"... de inmediato opté por un centro privado y
casi me ponen la alfombra.
He podido, por diferentes
circunstancias, conocer como gestionan algunos de estos centros
culturales su programación cultural. No les resulta suficiente con
tener un gerente, quince administrativos, un jefe de personal, un
director de marketing, otro de publicidad, etc ... sino que las
actuaciones y la programación las contratan por medio de productoras
externas, son incapaces de descolgar un simple teléfono. Las
entradas las venden por medio de empresas externas, los acomodadores
empresas externas, el sonido una empresa externa... todo
externalizado y ¿cuál es la función de una plantilla, en muchos casos de
varias decenas de personas, que solamente tiene que programar una
obra de teatro al mes y una exposición? ¡Cuanto dinero se queda por
el camino! Es evidente que interesan todos esos “picotazos” al
presupuesto. El burro grande aunque no ande.
Y no vengo a decir que no se
subvencione a la cultura. Vengo a decir que nos hemos llenado de
edificios llenos de funcionarios y personal de la administración
vacíos de cultura. Continentes sin el contenido para el que fueron
proyectados. Tenemos gestores culturales que programan tras una mesa,
sin tener ni idea que es la cultura de verdad, y lo que es peor "sin vivirla, ni sentirla" Y que ocupan esos
puestos por pertenecer al partido y por estar en las listas. Muy triste.
Artículo: Francisco Concepción
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