30 mayo, 2012

En buenas Manos



Paseaban. Caminaban en silencio, uno junto al otro, como lo hacían cada tarde. Lo hacían en negociado silencio, sin contrato y sin reproches. Y apareció aquel coche que los separó bruscamente llevándose a su marido de su lado, estanpándolo contra la pared de enfrente.
La mujer corrió a su lado a mancharse de su sangre, a compartir y a intentar regalarle una porción de su vida. Un ataque de histeria oxida su interior, mientras le susurraba con voz radiofónica “Tranquilo cariño, todo saldrá bien, ya la ambulancia está de camino”. Mientras los minutos no duran sesenta segundos y trata de dar calor a una mano que empieza a ser una desconocida y el gris de la tarde se transforma en ámbar intermitente, consecuencia de los giros y giros de la luz de la sirena que se acerca. El escenario se ilumina y la gente se agolpa a presenciar el reality. Los ambulancieros apartan a la mujer, se hacen cargo. Ella suelta lastre, se libera, se evade contemplando el hipnótico rojo que cubre sus manos y gran parte de su indimentaria, hasta que paulatinamente se desvanece del escenario la luz anaranjada, con ella su amor acompañando al sonido de la sirena. Su marido está en buenas manos. 

En el anterior escenario vuelve la tarde gris y dejamos a la mujer sentada en la acera en compañía de murmullos y nuevas versiones exageradas de los que presenciaron el espectáculo. Ahora el escenario cambia, la acción está dentro de la ambulancia. 

–¡Se nos va¡ –Se escucha. Llegan a la puerta del hospital. Misión cumplida. Los ambulancieros respiran, dejan a la urgencia 316, tienen que acudir a la 317, está en buenas manos, piensan. Ya no es su responsabilidad.

Nuevo escenario, la urgencia 316 está en la U.C.I., descansan los médicos, que la dejan en las manos de Dios para que haga su trabajo, está en buenas manos.

Texto: Francisco Concepción Álvarez
Narración: La Voz Silenciosa

10 comentarios:

  1. Hay algo de siniestro en esas frases hechas: no se preocupe, está en buenas manos; siempre se van los mejores; aquí paz y después gloria...
    Tienen un tinte definitivo, irrevocable,me ponen los pelos de punta.
    Por cierto, la suerte está echada.

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  2. Juan R. Macin31/5/12, 10:33

    Excelente relato, Francisco. Una narración que va "in crescendo" encadenando cada escenario con la consoladora frase hecha "está en buenas manos", que mas que tranquilizadora suena terrorífica.
    Felicitaciones y un cordial saludo.

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  3. Excelente interpretación, Voz, para un estupendo texto.
    Enhorabuena a los dos.

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  4. catherine1/6/12, 11:26

    Se va, se nos va de la mano de su mujer a muchas otras,en escenas que parecen una pelìcula.
    Escucharé a la Voz al regresar a casa; enhorabuena ya Francisco.

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  5. catherine,
    gracias por leer, gracias por comentar.
    Cierto que está escrito a modo de secuencias cinematográficas. Así lo veo yo.
    Es un honor tenerte en La Esfera.

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  6. No voy a añadir nada nuevo, si digo que se lee el corto. Un guión muy bueno y por desgracia demasiado frecuente. Me ha gustado mucho, Francisco. Un beso fuerte.

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  7. Juan R. Macin, cierto que la frase no es tranquilizadora. Nos ponemos en manos de profesionales y ellos a su vez se ponen en manos del azar.

    Isolda, siempre es grato que leas mis letras, que casi siempre intento que sean reflexiones.

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  8. Me gusta la descripción que haces de escenarios que nos llevan tras el accidentado y la repetición de frase hecha que solo parecen tranquilizar al que le pasa la responsabilidad a otro.
    Un cordial saludo.

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  9. Un texto en buenas manos y en buena voz. Y un tema que casi nos hiere cuando pensamos en él, ya sea por el dolor que nos produce recordar una situación similar como por el temor a sufrirla. Enhorabuena.

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  10. Una historia triste sobre la fatalidad de la muerte al irrumpir el amor terrenal y pesistente de una pareja. Al final, el amor eterno triunfa.
    Es un texto valiente en el que múltiples escenarios sobre los breves lapsus de un mismo instante, reconstruyen, como piezas de un puzzle, el sentido de la historia. Además se disfruta con La Voz Silenciosa. Felicidades a los dos.

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