Quisiera sumarme al decimocuarto brindis, los primeros son algo fríos y sosos -y no se sabe muy bien por qué brindar- y los siguientes son propios de las fotos inevitables. Yo me refiero al que viene justo después del "Asturias Patria Querida" cuando se han sumado al acto dos o tres desconocidos, sin que se sepa quienes son ni cuando aparecieron, y cuando desde las ventanas de los edificios de los alrededores, porque para cuando eso ocurra ya no se sabe dónde está uno, griten "¡que se callen o llamo a la policía". En ese momento me quiero sumar al brindis en esa celebración triunfal, como si hubiésemos burlado a la vida, sabiendo que estamos aquí y ahora, cuando el espacio deja de serlo para convertirse en una constatación, un hecho palpable, un abrazo cálido entre personas que sienten los mismos latidos, que palpitan las mismas ilusiones y a las que es tan fácil querer. Y si me preguntaran por qué brindar, no mendigaría nada al futuro, ni le pediría ningún favor a la vida, o un deseo a los dioses. Solo levantaría la copa, para mirarnos a los ojos y sonreír, aunque estemos solos, como hago desde que los he conocido, eso será suficiente.
Autor: Marcos Alonso.
¡Brindo contigo!
ResponderEliminarEstá bien brindar, solamente por el placer de estar ahí. ¡Chin-chin!
ResponderEliminarPor ti y por la amistad. Un beso amigo
ResponderEliminarEse es el mejor brindis!!!. Me sumo!!!.
ResponderEliminarMarcos, simplemente enhorabuena por la calidad el texto. Y simplemente gracias, por estas palabras que más que un brindis son un tremendo abrazo que nos une aún más, aunque los kilómetros nos separen.
ResponderEliminar¡Chin, chin! Por la vida... Y por "Ntra. Sra. de la Red".
ResponderEliminarBesos
Es el brindis mejor que he leído nunca.
ResponderEliminarBrindo y besos por ti y por todos.