25 marzo, 2011

Corazón de esmoquin


Paseo pausado y sin prisas, con esmoquin de ligero corte y harapos, y maleta de hilo natural y trapos, ondeo el horizonte y planeo, en el mejor lugar del salón… mi banco.
Una pelota y un niño, una rubita preciosa y su muñeca de tela, una sonrisa al cielo, rayito de luz y de calor que atrapo, escondiéndolo en mi interior, guardando la llama de la hoguera en mí regazo, que esta noche hará de nuevo frío… y no quisiera quedarme helado.
Gente andando de aquí para allá, una pareja que se mira fijamente, unos ancianos cogidos de la mano, descontando paseos de su viejo camino encantado, torpe movimiento tranquilamente realizado, una leve sonrisa al niño, que extrañado mira y huye asustado.
Unos patos juerguistas, en su paraíso carcelario, la mano humilde e inocente que les da de comer, recobrando una alegría, escondida bajo alambradas sin libertad,
que tanto añoran y desearían poseer.

Comienza a bajar la luz, a oscurecer la tarde de mi jardín, mis zapatillas no abrigan mis helados pies, los personajes de mi transeúnte relato, despejan el escenario de mis días, el negro telón se vuelve a cerrar, como ayer y como tal vez lo hará mañana, ella lo besa en los labios, con una felicidad que incluso fluye en mi corazón, rodean los dedos de sus manos, y caminan tranquilos desprendiendo amor.
Me acostaré en mi cama de duro armazón, de muelles abruptos y mantas de puro cartón, abrigaré mis sueños con naturaleza, y esperaré la llegada de los rayos del sol, al alba me despertaré con el rocío de la madrugada, y al despertar sentiré que aún sigo siendo yo, me vestiré con mi ligero esmoquin, y partiré otra jornada más de mi vida, por un paseo de libertad con mi maleta de hilo y trapos… y el solo equipaje del corazón.

Texto: Michel Manuel Canet

10 comentarios:

  1. Mónica Royo25/3/11, 12:03

    Qué preciosidad Michel, me has hecho llorar.
    [...el negro telón se vuelve a cerrar, como ayer y como tal vez lo hará mañana...] con la esperanza que, sólo la gente que no tiene nada, tiene en que mañana ese telón tal vez sea blanco...
    Conmovedor

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  2. Precioso texto poético. Bellas palabras que describen la terrible y helada soledad de ese "corazón de esmoquin.
    Un saludo.

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  3. Casi poema en prosa. Me ha gustado y me ha emocionado. Radiografía de esta parte de la realidad que pasa ante nuestros ojos y que pocos ven.

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  4. Me gusta esta perspectiva, la visión realista y sincera, desprovista de dramatismo, cubierta de la serenidad de la aceptación...

    Sólo nos queda preguntar ¿quién fue antes el vagabundo? O ¿siempre lo fue?

    Preguntas, preguntas...

    Anabel

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  5. El mundo pasa a través de los ojos y el corazón de un ser libre.
    Fantástico relato. Muy bueno.

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  6. Relato duro donde los haya y a la vez poético. Me encanta lo del equipaje del corazón, es una preciosidad.
    Besos más alegres que tu historia, Michel.

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  7. Lo mejor de tu relato, Michel, al margen de lo excelentemente escrito, es la visión desde el otro lado del cristal. Es curioso como tras los harapos pueda esconderse una persona capaz, con la serenidad de la aceptación, de ver el mundo que lo rodea de una manera más rica que el resto de los que realmente vivimos esa realidad.
    Excelente.

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  8. La fría y elegante libertad a cualquier precio. Un tema que lo tratas con delicadeza y ternura. Muy bueno

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  9. Gracias a todos por vuestras generosas palabras .A decir verdad resulta sencillo visionar desde el "otro lado del cristal", sobre todo cuando alguien te ayuda a hacerlo.
    Un saludo

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  10. Realmente conmovedor; logras retratar con tus palabras una crudísima y angustiante realidad de, lamentablemente, cada vez más personas.

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