Tu mirada vidriada estaba repleta de recuerdos,
capítulos que unías y barajabas
como ingredientes del puchero de tu vida.
Eternamente fuiste del club Cordon bleu
la vida te adoctrino para que echaras
pimentón, sal, azafrán y albahaca
según lo que fuera necesario.
La edad transcurrió
pero la manecilla se detuvo en aquel momento,
y no supiste como dar de nuevo cuerda al viejo reloj de tu memoria.
Con agujas de encaje o con un par de ganchillo,
brotaban trapos de tus arrugadas manos
arqueadas por el exceso y el tiempo.
Siempre acicalaste a todas las generaciones.
Muchos rostros presentes
anulaban tu mutismo.
Turbada, regresabas a tus telas,
a tu enumerar olvidado,
a las evocaciones perdidas.
La niebla envolvió tu vida
de dulzonas sonrisas y arrumacos extraviados.
Me aseguraste que la mejor forma para hallar algo
era dejar de indagar.
Tropezaste con la paz cuando dejaste
de explorar en el enmarañado pasado.
Pasaron los días y sonreías.
Nuca olvidaste como llamar a la risa.
Cosiendo y cocinado por el día, soñando y leyendo por la noche.
Los recuerdos se licuaban en tus ojos acuosos.
Relatabas tu vida para que permaneciese sujeta a la memoria.
Contabas y combinabas la vida pasada.
Retales del ayer que forman una frazada hecha de recortes desordenados entre sí.
Entrañable texto, que anima a la memoria y nos regresa a la infancia.
ResponderEliminarEntrañable y sentido... muy sentido. Me ha encantado.
ResponderEliminarPrecioso homenaje a quien peino todas las cabezas, cuido y entrego para después leer y deleitaras con sueños .
ResponderEliminarUn saludo. A.
Adele es y sera mi abuela aunque el musgo la cubra toda la eternidad.
ResponderEliminarMe enseño muchas cosas , a ser paciente, a no mirarme en el espejo, me presento a Flaubert y a Baudelaire. Me prohibió a Sade y me regalo cuentos de Guy de Maupassant.
La debo tanto que unas pocas líneas han logrado consolarme por ahora, merece tanto que a veces me da vértigo.
Gracias a todos.
Un texto emotivo y emocionante.
ResponderEliminarEnhorabuena por las experiencias que te llevaron a él y por saber plasmarlas con calidad.
Saludos
Mi cabeza!!! Dónde la habré puesto?
ResponderEliminarEl comentario de antes, era mío, Ana J.
Pues eso, que me ha gustado mucho y quiero que lo sepas
Qué gran persona tuvo que ser tu abuela para que se pueda escribir tan hermosas y tiernas palabras.
ResponderEliminarLo fue amigo Marcos. Muchas gracias de nuevo a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarDe algún modo sé que mi abuela Adele estará orgullosa.
Un abrazo
este poema es deMichel Manuel Canet. soberbio
ResponderEliminarEntrañable y bello texto.
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