Cuando terminó de leer el libro sobre los ángeles vengadores, fue a la tienda y compró diversas cosas. A la noche siguiente, envuelto en una capa negra con plumas de gallina embetunadas, se dirigió a la mansión de su exjefe.
El silencio bullía a su alrededor. La mortecina luz de las farolas le protegía.
¡Yo iré al INEM, pero tú irás al infierno¡ gritó.
El ángel exterminador batió las alas de la muerte y tomó carrerilla por el césped. Atravesó el jardín, saltó un seto, perdió unas plumas en los rosales. A escasos doscientos metros estaba su víctima. Tropezó. Y alguien le dijo que se pusiera a la cola.
Texto: Elena Casero
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Un poco surrealista, un poco trágico... ese pobre que no tiene suerte ni para matar al artífice de su desgracia. O, tal vez, solo se ha dejado llevar por la imaginación.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Bienvenida a La Esfera, Elena
Debía ser una cola muy larga.
ResponderEliminarMuy buen micro Elena. Muchas imágenes en pocas palabras. Bienvenida. Queremos seguirte leyendo por aquí.
ResponderEliminarGenialmente critico y crítica genial, eso sin hablar de las divertidas imágenes que se me han venido a la mente.
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
Ana J.
ResponderEliminarSí, tienes razón. Es un poco de todo, sobre todo trágico y desesperado.
Muchas gracias por la bienvenida
Montse. Creo que la cola era interminable. Tal como estaban las cosas.
Miguel Angel. Muchas gracias. Seguiré por aquí, seguro
Luisa. Gracias también a ti. Me alegra que haya provocado tantas imágenes
Besos para todos y gracias de nuevo por los comentarios
Serviría para un corto de Berlanga.
ResponderEliminarAnabel
Males de muchos, consuelo de tontos. Divertido texto y triste realidad. Bienvenida.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Elena!
ResponderEliminarMe lo estoy imaginando y coincido con Anabel, en que podría servir para uno de los film de Berlanga.
La mezcla de crítica, desesperación, tragedia y carcajada está muy bien equilibrada.