Su piel blanca resaltaba el desnudo mojado en lágrimas mezcladas con el sudor de amanecer desengañado, cuando las sombras cálidas matizadas por las velas desaparecen para mostrar relieves desvelados. Cuando la penumbra se ilumina y concluyen los conjuros.
Su pelo rojo incandescente atravesado por los implacables rayos del sol matutino no hacía más que reflejar lo que se cocía más abajo, entre las tormentas del alma.
El cuerpo amontonado detrás de la puerta que acababa de cerrarse, otra vez, un vez más. De nuevo la noche a plena luz del día. El pecho quebrado, la garganta seca, la voz ronca sin palabras. Otra vez.
Sucio el cuerpo, mancillado por caricias mentirosas. Otra ilusión desvanecida, una vez más. Ilusiones fantasma que amedrentan con soledades vertiginosas. Nunca más.
Entonces, la condena yerma del desamor. Del amor inhibido, receloso y esquivo. Del amor a nada, impotente para dar, incapaz de recibir. Desamor estéril, improductivo, sin sentido. Inhumano.
Cuando miro esa imagen de mujer desdibujada, con esa fuerza en los trazos, y leo tus palabras Ángeles, no puedo evitar que se cree una unión férrea, indisoluble. Haces que cobre vida la imagen y a mi me dan ganas de entrar en esa habitación y abrazarla. Eso, querida amiga, es transmitir sentimientos, una habilidad al alcance de muy pocos. Enhorabuena.
ResponderEliminar"Ilusiones fantasmas que amedrentan con soledades vertiginosas".
ResponderEliminarYa sabes Ángeles que hay frases que son pura perfección en los textos y a mi me gusta resaltarlas.
Texto lleno de sensaciones duras. Muy bien escritas como siempre que nos deleitas con uno de tus textos.
Vuelvo a leerlo y vuelvo a emocionarme.
ResponderEliminarEsas tormentas del alma han tocado la mía.
Excelente.
Es increíble la riqueza de sensaciones que desprende el cuadro y el texto complementándose.
ResponderEliminarAntes fui yo. Saludos
ResponderEliminarSí,antes fuiste tú, Dácil, y Ana, y Ángeles con hermosos textos de amor y desamor, y Inma con su chirimiri estremecedor. Geniales las chicas esfericas, besos para las cuatro.
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