Saqué una latita de sardinas y se la ofrecí, temblaba acurrucada en la hierba. Sus ojos de garza asustada me miraron captando la orden silenciosa de mi gesto, agarró el envase y lo abrió. El aceite cayó a la tierra, empezó a comer con gestos de animal hambriento. Toda su humanidad desapareció, ante mis ojos sólo un bípedo babeante y aterrado que había corrido bien. Me miró agradecida por el alimento y el descanso, no sospechó que tenía que volver a correr para que yo obtuviera su hermosa cabeza.
La caza es mi hobby, donde más feliz me siento. Hace tiempo que necesitaba otro tipo de piezas; estaba perdiendo la emoción y ese cosquilleo que provoca la inminencia de la captura. Tigres, elefantes… ya lo he cazado todo.
Colgada en la pared del salón de caza, junto a mis otros trofeos, disfruto contemplando mi nuevo galardón.
Texto: Elysa Brioa Escudero
La caza es mi hobby, donde más feliz me siento. Hace tiempo que necesitaba otro tipo de piezas; estaba perdiendo la emoción y ese cosquilleo que provoca la inminencia de la captura. Tigres, elefantes… ya lo he cazado todo.
Colgada en la pared del salón de caza, junto a mis otros trofeos, disfruto contemplando mi nuevo galardón.
Inquietante. ¿Hasta ahí se puede llegar?
ResponderEliminarExcelente. Concreto, conciso y completo. Un micro " de libro".
ResponderEliminarMis felicitaciones a su autora.
Excelente, conozco a la autora: es una grande.
ResponderEliminarNo le conocía ese microrelato, es muy bueno. Da gusto la difusión que hacen de narradores de calidad.
Tiene algo muy potente de morbo y atractivo. Confieso que sólo lo descubrí en una segunda lectura. (La caza no me va en absoluto) Así que más mérito para la autora.
ResponderEliminarEnhorabuena y un beso.
Por nuevos jardines literarios me vuelvo a encontrar a esta ideadora de relatos tenebrosos, con unos personajes en continua evolución que me hacen temer nuestro próximo encuentro.
ResponderEliminarFelicidades Elysa por la publicación. Tú vales mucho, jovencita.
Elysa: me quito el sombrero ante este micro y hago reverencias a tu capacidad de narrar. Gracias. Buen texto, sin duda; no le hace falta, ni le sobra; al contrario: está perfectamente medido en consistencia, y por momentos es espeluznante que pone la carne de gallina. Gracias por compartir la experiencia. Felicidades.
ResponderEliminarLa crueldad y el desprecio por la vida ajena no tiene límites.
ResponderEliminarAquí es una caza extrema pero no hay más que echar un vistazo a las noticias.
En cualquier caso, este es un texto muy bueno.
Enhorabuena y bienvenida a La Esfera, Elysa
El que se disfrute de la caza es también para mí un motivo para apuñalar mi corazón al pensar en sus presas. Buen texto, y bienvenida a La Esfera.
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