Me dejas congelado, a pesar de la calorina. Es muy fuerte, muy real, muy duro... muy bueno.
Coincido con Amando.Me ha hecho recordar a la frase que sirvió de título a "Te doy mis ojos".Impresionante.
Escalofriante y sí, recuerda a Te doy mis ojos, que era extraordinaria.Besos, Lucía.
Lucía, en dos frases resumiste la desastrosa historia de la mujer... incluso en nuestros días.
Perdón mi ignorancia, ustedes hacen referencia a una obra "Te doy mis ojos" que no conozco. Tal vez se refieran a una pelicula que encontré en Internet. Gracias por vuestros comentarios.Lucía
Lucía, a veces no hacen falta más que dos líneas para decirlo todo. Lo has conseguido.
Extraordinario, Lucía!Me encanta leerte acá.Un abrazo
Es increible cómo se puede decir tanto con tan poco. Enhorabuena Lucía.
Muchas gracias Inma, Patricia y Marcos. Un saludo desde Mar del Plata, Argentina.Lucía
En efecto, el título es perfecto.No creo que exista mayor sumisión.Buen relato.
Gracias por contribuir con tus comentarios y tu punto de vista.Los componentes de La Esfera te saludan y esperan verte a menudo por aquí. Ésta es tu casa.
Me dejas congelado, a pesar de la calorina. Es muy fuerte, muy real, muy duro... muy bueno.
ResponderEliminarCoincido con Amando.
ResponderEliminarMe ha hecho recordar a la frase que sirvió de título a "Te doy mis ojos".
Impresionante.
Escalofriante y sí, recuerda a Te doy mis ojos, que era extraordinaria.
ResponderEliminarBesos, Lucía.
Lucía, en dos frases resumiste la desastrosa historia de la mujer... incluso en nuestros días.
ResponderEliminarPerdón mi ignorancia, ustedes hacen referencia a una obra "Te doy mis ojos" que no conozco. Tal vez se refieran a una pelicula que encontré en Internet. Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarLucía
Lucía, a veces no hacen falta más que dos líneas para decirlo todo. Lo has conseguido.
ResponderEliminarExtraordinario, Lucía!
ResponderEliminarMe encanta leerte acá.
Un abrazo
Es increible cómo se puede decir tanto con tan poco. Enhorabuena Lucía.
ResponderEliminarMuchas gracias Inma, Patricia y Marcos. Un saludo desde Mar del Plata, Argentina.
ResponderEliminarLucía
En efecto, el título es perfecto.
ResponderEliminarNo creo que exista mayor sumisión.
Buen relato.