Desde la torre más alta de su fortaleza andaluza, Luna contemplaba desde hacía siglos como Romero subía y bajaba por unas escaleras que nunca le llevaban a ninguna parte:Todas las noches, una y mil veces , desde el amanecer hasta el anochecer. Luna se preguntaba cuál sería el delito imperdonable que habría cometido aquel mortal fatigado de su hazaña pero no rendido, apagado pero jamás triste. Una noche la caprichosa Tierra tapó a Luna. Luna soñó que la puerta de su alminar estaba abierta y aquella fue la última vez que se supo de Romeo
Texto: Esther Dainciboure
Ahora entiendo algunas cosas
ResponderEliminarGracias nuevamente a la Esfera cultural por publicar "mis cositas"
ResponderEliminarEsther (Mae )
Mae: Ay, esa Luna agradecida de ese Romeo persistente. Cuatro personajes en tan breve texto: Luna, Romeo, Tierra y esas torres bermejas andalusí. Hermosa historia de amor. Felicidades
ResponderEliminar¡Qué hermoso, Mae! Anoche lo leí y he soñado con el destino de ese Romeo.
ResponderEliminarBesitos.
Clap, clap, clap.
ResponderEliminar¿Se puede contar más y llegar mas hondo en manos espacio?
Genial, Mae.
Un beso.
Cuánto cuentas en tan pocas palabras. Bienvenida a La Esfera.
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