El hombre y el que parecía su hijo estaban parados enfrente de Saturno devorando a un hijo, de Goya. Por algún motivo me enterneció ver a aquel señor hablando de arte con el niño, explicándole los matices del cuadro, las intenciones del pintor, sus circunstancias y sus ideas, la atmósfera que rodeaba a la pintura.
Supongo que por eso me fui acercando poco a poco hasta ellos, aunque resultara entrometido. Igual fue también por intentar aprender algo.
- Tal vez sea una pintura demasiado retorcida para un niño. – me comentó el hombre con espontánea complicidad. Complicidad artística, me imagino. Nosotros, amigos del arte, etcétera.
- ¿Es su hijo?
- Sí.
- Entonces tal vez sí que lo sea, sí. Retorcida, y demás.
- Pero creo que es bueno que las conozca, que se empape de todos los rincones posibles que hay en el mundo del arte. Opino que no hay que excluir nada, y menos por ser menor. Me privaron de muchas cosas en mi infancia. No quiero repetir el error.
- Ya. Oiga. ¿Qué está haciendo el niño?
La pregunta se respondía sola, en realidad. El crío mordía a dentelladas nada despreciables el gemelo de su padre, que se encogió de hombros con mucha parsimonia. Tal vez dejándose en manos de lo inevitable, o pensando cómo explicar el próximo cuadro.
- Creo que guerra preventiva.
Texto: "El hombre de Alabama"
Interesante punto de vista. La mejor defensa es un buen ataque.
ResponderEliminarSi no, que se lo cuenten a los próceres mundiales.
Bienvenido a La Esfera, Hombre de Alabama
Curioso final, una lección que te hace pensar si realmente tus decisiones son las correctas, por mucho que estés convencido de ello. Me ha gustado Hombre de Alabama
ResponderEliminarEstá muy bien contado. El padre cumple su papel. El hijo lo interpreta
ResponderEliminarGenial el final, y todo el mensaje del texto, en general. Enhorabuena.
ResponderEliminarEl hombre de Alabama, bienvenido a La Esfera.
ResponderEliminarTu literatura nos trae aire fresco.
Una forma de narrar con vigor. Te seguiremos
Muy buen final, tras una reflexión interesante.
ResponderEliminarReconozcamos algo, en todo caso, el niño entendió bien el cuadro.
Estoy de acuerdo con el padre y con el hijo. Uno tiene que mostrar todo, ellos lo asimilan a su modo. Muy bueno.
ResponderEliminarBesos, ¿hasta Alabama,jaja?