Fum, fum, fum.
Se levantó del sillón, abrió la ventana y el aire gélido se abrió camino entre el humo acumulado en el salón. Unos copos de nieve también se colaron, ingrávidos. Las luces navideñas iluminaban la calle, llena de gente cargada de bolsas. Las tiendas aún estaban abiertas, apurando las ventas dos días antes de Navidad.
Fum, fum, fum.
Era feliz. Adoraba la Navidad, su alma se llenaba de cariño, deseaba dar, vivir, amar. Adoraba todos los tópicos navideños. Todos, menos la tediosa costumbre de tan dorada y luminosa decoración. Su casa estaba como siempre, ‘quizá un poco más desordenada’, -pensó.
Fum, fum, fum.
Apagó el cigarrillo y la miró. Recostada, en el sofá. Mirando al infinito, con cierta tristeza que la embellecía aún más. “Qué afortunado soy”. Se acercó y le tomó la mano. Ella no se movió. Estaba fría como el helado aire de la ventana. “Mierda”,-pensó.
Fum, fum, fum.
Ahora tendría que salir a la calle. Odiaba salir a la calle, sobre todo en invierno. Pero tendría que hacerlo. A ésta la tiraría en la callejuela, esa misma noche. No había aguantado; la siguiente tendría que ser más fuerte, debía elegir mejor, y pronto. Era una época difícil…una pena, separarlas de su familia en estas fechas, una lástima. Al principio lo pasaban mal, ciertamente.
Pero de ninguna manera podía él pasar las Navidades solo, sin amor.
Con lo mucho que le gustaba la Navidad.
Fum,
Fum,
Fum.
Texto: Teresa Giraldez
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Teresa, es como si me hubieras leído el alma. Me conmueve hasta la lágrima este relato. Es la fuerza del protagonista lo que ahora mismo necesito y creo que la Navidad es la que nos dará esa fuerza a toda la familia.
ResponderEliminarMuchas gracias por escribir tú, lo que yo seria incapaz de hacer ahora mismo.
Fum, fum, fum,... Plas, plas, plas. ¿Oyes resonar mis palmas, Teresa? Un canto con desgarro a la soledad hecho con mucho estilo. Casi meciendo al lector.
ResponderEliminarGenial ¡¡¡ La soledad está y no voy a estar solo fum fum¡¡¡ y me encanta tanto como a tu personaje¡¡
ResponderEliminar¡Qué maravilla!
ResponderEliminarMagnífica la forma en que te metes en la piel del psicópata que necesita amor, sobre todo, en Navidad.
ResponderEliminarNos introduces poco a poco en ese mundo aparentemente normal, incluso afable, que puede que sea su baza para atrapar a sus víctimas, esas que "al principio lo pasaban mal".
Estupendo texto, me ha encantado.
A mí también me ha encantado. Felicidades.
ResponderEliminarMuchisimas gracias!!!! Ay, habia escrito un mensaje larguisimo y profundisimo pero creo que el sistema de comentarios no funciona. Lo intentare de nuevo mas tarde.
ResponderEliminarAh, ahora si.
ResponderEliminarEn mi mensaje anterior decia que este loco inaprensivo refleja mi idea de una navidad macabra: es un egoista malvado que rompe familias en el momento mas bonito de la reunion, en la epoca del año en que als familias ven un sentido mas especial a estar juntas...y este loco las destroza, hiere, mata...sin querer, o queriendo demasiado. El pobre. Al final no sabe uno si tenerle odio o pena, despues de todo, estamos en Navidad, no??
Se me aparecio de repente, yo nunca crei que fuera capaz de escribir un relato macabro sobre la Navidad, de la que, salvando el espumillon (que no se por que siempre me parecio un poco macabro tambien, como las imagenes del sagrado corazon que habia en las casas antiguas al final de un largo pasillo) siempre me ha encantado.
Muchisimas gracias a todos, sois unos lectores de lujo y asi da gusto compartir los textos que van surgiendo.
Perfecto, un final inmejorable. Enhorabuena Teresa.
ResponderEliminarEn fin, otra Navidad diferente, con un coleccionista de muñecas. Esta bien el cuento. Sobre todo el ritmo del Fum,fum,...
ResponderEliminarTeresa, cuanta soledad¡¡¡ Cuanta sangre, gritos, dolor, frío, miedo... sin nombrarlo.
ResponderEliminarMuy bien escrito, muy bien llevado.
FUM, FUM, FUM...
Nos pones en la piel un ser sensible y romántico mientras casi vamos cantando un villancico para darnos cuenta, de repente, que somos un psicópata sin remedio. ¡Teresa, eso no se hace! Enhorabuena.
ResponderEliminarLos sicópatas deben florecer en navidad. Debe ser el momento en que más diferentes se ven del rsto del mundo. Me ha gustado como nos llevas por el filo.
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