Cuando estás ahí, un aire impuro y espeso ahoga todas tus esperanzas; las venas de tu cabeza se te hinchan como si fueran a reventar y tu piel se tensa y enrojece haciendo más visible la expresión de odio y rabia de tus ojos.
Siempre hay algo que te invita a levantar la vista, como si quisieras agujerear el techo de la cueva, donde te hallas prisionero, para llegar hasta el cielo y suplicar sin amor, sin nada a cambio que ofrecer. Es entonces cuando te das cuenta del vacío que sientes y hasta qué grado te desprecias.
–Chacho, colega, déjate de rollos, ¿me vas a comprar las joyas de la vieja, o no? Que te juro que es para comprarme un aipá de esos. Joo, vaya tela tiene el literato este.
Texto: Marcos Alonso
Qué te tomaste, Marcos?
ResponderEliminarHas conseguido que me identifique con el lajilla...
Ahora, en serio. No sé si esto es lo que pretendías, pero me has transmitido la sensación de incomunicación que tantas veces se da cuando los objetivos de los interlocutores son tan diferentes: uno necesita expresar su angustia vital, el otro quiere pasta.
Real como la vida misma.
Un abrazo grande y en sintonía
Ya conocía este texto tuyo Marcos, pero releerte es un placer, sobre todo con esta intensidad.
ResponderEliminarChacho, chacho, chacho...
ResponderEliminarLa inconexión llevada con habilidad literaria en un diálogo/monólogo elocuente.
Enhorabuena Marcos.
Tu sentido de la ironía es tan fino y tan inteligente. Tremendo, sobre todo si hacemos caso de la ilustración, que me imagino no estará como mero adorno.
ResponderEliminarAmigo Marcos,
ResponderEliminares cierto que los literatos en ocasiones se ponen (nos ponemos) sublimes y pegajosos. Así que bajar a la tierra es conveniente. Pobre "lajilla", lo entiendo.
Estos textos cortos encierran tantas cosas. Incomunicación, intereses dispares, objetivos, ironía, diálogo de besusgos...
Muy bueno.
Alucinante! Me gustó mucho. Por un momento me sentí en la piel del protagonista, es terrible la sensación de ahogo, de vacío, de desesperación y desamor.
ResponderEliminarFelicitaciones!
Un abrazo!