Sólo permanezco yo en esta grada huérfana de ilusiones. Aquí sentado es fácil conjeturar la carpa esplendorosa, rasgando el Universo. Puedo cerrar los ojos e imaginarla. Se evaporó el público, no hay lanzadores de cuchillos, y los animales, arrastrando cadenas de soledades, vagan perdidos sin látigo que los azuce. Los caballos trotan desbocados por la pista; el prestidigitador desapareció en su magia y los trapecistas ya no sobrevuelan la arena. Lloviznan palomitas y algodones de azúcar. Diluvian recuerdos disfrazados de payaso. Los sueños duermen, tal vez mueren. Ni siquiera deslumbran los focos. Se eclipsaron las risas; enmudecieron los aplausos. Chirrían los goznes de la vida mientras se ausculta la melodía del silencio, cercando las fauces de ese león que ya no ruge. A lo lejos, entre remolinos de congojas, tu sombra huye despedazada en mil fragmentos.
Texto: Xavier Blanco
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Retrato del sonido del silencio tras la ausencia. Como casi siempre, Xavier, lo logras de manera magistral con frases directas al efecto "los sueños duermen, tal vez mueren", "diluvian recuerdos...", "tu sombra huye despedazada...",... Muy buen texto. Enhorabuena.
ResponderEliminarMelancólica alegoría de la vida. Viejo tema vida=teatro, novedoso modo de verla.
ResponderEliminarMe gusta mucho.
Una vez más, el paso del tiempo, lleno de nostalgia y metáforas afortunadas. El circo nunca me gustó, la vida, sí. Y tu texto también: es precioso.
ResponderEliminarBesos, desde cada una de nuestras gradas, Xavier.
Fantástico texto:... "Chirrian los goznes de la vida mientras se ausculta la melodía del silencio,cercando las fauces de ese león que ya no ruge"...
ResponderEliminarLa verdad es que el texto completo no tiene desperdicio. Me ha encantado. Felicitaciones
Gracias Miguel Angel, Amando, Isolda e Isabel. Siempre es un placer rodar con vosotros. Sí, este circo es la vida, esa que algunas veces vemos como simples espectadores, pero en la que somos los principales protagonistas.
ResponderEliminarSi queréis, si hay tiempo y ganas, este texto forma parte de una serie sobre el Circo que podéis encontrar en mi blog
http://xavierblanco.blogspot.com
Un abrazo a tod@s
Precioso texto, una descripción muy poética de la ausencia Xavier.
ResponderEliminarBesos desde el aire
El circo como alegoría de la fama, el reconocimiento, que ahora (en el texto) se vuelve olvido. Si la fama es la inmortalización de los humanos, el olvido es la muerte. Un texto exquisito en el que se presiente ese rico colorido y juego de luces tratado con una bella plástica poética.
ResponderEliminarEl circo como alegoría de la fama, el reconocimiento, que ahora (en el texto) se vuelve olvido. Si la fama es la inmortalización de los humanos, el olvido es la muerte. Un texto exquisito en el que se presiente ese rico colorido y juego de luces tratado con una bella plástica poética.
ResponderEliminarDecir que es un micro extraordinario es decir poco, por que suena a frase hecha. Sin embargo le es. Extraordinario.
ResponderEliminarBravo!!!
Xavier, te echábamos de menos.
ResponderEliminarÉste es el circo de la vida misma. La última frase es tremenda, representación de lo que fue y no será, de lo que pudo ser y se quedó en suspenso, llevándoselo poco a poco el olvido. Vuelve ya, y monta aunque sea un circo de pulgas, nos conformamos con tu imaginación, las pulgas las ponemos nosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarXavier, con tus palabras haces que hasta sea bella la melancolía...
ResponderEliminarMi enhorabuena por escribir tan bien y por transmitir tanto. Un abrazo.
Prosa poética, Xabier, poesía prosada, así me suena tu micro, reflejo de la ausencia, colmada únicamente por esa melodía del silencio.
ResponderEliminarEs precioso amigo Xavier, casi, casi tan bonito como poder tocar algo que no existe y se desvanece, pero que se perfila en nuestra imaginación como algo muy vivo y real.
Un abrazo.
Delicado texto, melancólico.
ResponderEliminarEnhorabuena.