13 enero, 2012
Veinte años
Sigo sin acostumbrarme a las noches de guardia que roban tu presencia, me desvelan, el sueño se evapora quizás contagiado por el frío de una cama vacía.
Casi veinte años teniéndote a mi lado, edificando un futuro de riesgos suavizado con la fuerza de tus manos, guiado por tu sabiduría, cimentado con tus besos, cariño silencioso que maduró mi inexperiencia, sabores que construyeron a una mujer adulta con una fortaleza interior inquebrantable gracias a tus cuidados.
Hoy me asomo al pasado recordando los momentos grandes de nuestra historia, el nacimiento de nuestros hijos, la responsabilidad de sentirnos afortunados, las miradas cómplices inventando una educación sin resquicios... Y tus caricias, alimento de nuestra intimidad, frescura que anula la monotonía del paso inevitable del tiempo, ese tiempo que me ha regalado tu cuerpo, tus manos, tu aliento y el valor para luchar por una felicidad serena y emotiva.
Solo importa una mirada tuya para seguir, la palabra justa para despertar, un beso húmedo para saber, un roce grácil para intuir que todo continuará hasta la eternidad.
Cada día mejor, porque te quiero.
Texto: Inma Vinuesa
Narración: La Voz Silenciosa
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Un resumen precioso de veinte años. Una declaración de amor eterno. Nadie se resigna a la ausencia del ser amado aunque sea por una noche. ¡Qué bien lo has descrito!
ResponderEliminarBesos y felicitaciones, querida Inma.
hermosa historia, hermosa reflexión...espero sigas igual de ilusionada y enamorada....
ResponderEliminarBellísima declaración de amor. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amor eterno ¿existe? Fortuna que sólo conocen unos pocos.
ResponderEliminarGracias Isolda, Lenita y Sara por ser tan amables y rápidas en comentar.
Un abrazo
Maravilloso! Yo creo en el AMOR eterno (como entrega mutua). El enamoramiento es pasajero. Felicitaciones!
ResponderEliminarUna protagonista privilegiada después de veinte años seguir experimentando todas esas bendiciones de la vida en común, tan dificiles de mantener en el tiempo.(Sobretodo en los tiempos que corren)Imaginarlo en cambio es todo un ejercicio para la fantasía; nos brinda la posibilidad de cambiar lo inaceptable de la vida real.Felicidades Inma, por la belleza del texto.
ResponderEliminarGracias Persis, yo también creo en ese amor que dices.
ResponderEliminarIsabel imaginar es todo un ejercicio para la fantasía, esa es una buena premisa. Gracias por tus palabras, son importantes para mi.
A veces se dice que es imposible hacer literatura de la felicidad cotidiana, hogareña, carente de esas grandes aventuras (o desventuras), pues bien, creo que has demostrado lo contrario con este texto que circula por nuestras miradas con la fluidez de un río hondo, caudaloso y sereno, el verdadero río que da la vida.
ResponderEliminarEnhorabuena (en todos los sentidos :)
Gracias mi querido Amando. Sabes cuanto admiro tu escritura. Estas palabras que me has dicho son un regalo.
ResponderEliminarEnhorabuena a ti y al destinatario de tu amor.
ResponderEliminarBesos
Un amor bello y profundo, que se afianza con el paso del tiempo... bellisímo, saludos.
ResponderEliminarMagnífica declaración de amor, delicada y profunda. La que todos desearíamos merecer y conseguir.
ResponderEliminarMe ha emocionado.
Enhorabuena, como dice Amando, por todo.
Gracias Voz por este rato dulce. Es un relato muy especial que con tu voz toma esos matices que lo hacen diferente.
ResponderEliminarY a ustedes Ana Crespo,Nuria y Ana J. muchas gracias por seguir leyendo, por comentar, por manifestar lo que os trasmitido el relato.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Los recuerdos son las gotas que alimentan y hacen crecer los sentimientos. En este caso son unos sentimientos construídos por los años, llenos de amor y gratitud. Han salido desde muy dentro, desde un lugar donde solo unos pocos tienen ganas de bucear no sea que vayan a encontrar algo que no quieren. Tu te has atrevido porque ese sentimiento es puro, claro como cristal pulido. Amor. Enhorabuena Inma por este texto GRANDE.
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