Perro abandonado de la villa de escuálida estampa, eres un quijote canino que transitas solitario por los callejones de esas casillas suburbanas en busca de tu porción diaria, en tu monótono transitar en esos laberintos que comparten tanto bondad, como maldad. Con tu par de narices buscas la miseria de un mendrugo de pan y saltas ansioso y gozoso, de un lado hacia otro cuando alguien te lo da.
Por virtud de pobres, compartes pobreza, buscando jadeante esos sobrantes de comida, junto a esas criaturas de magro sustento, que nada son y que subsisten en esos grandes cinturones que envuelven la ciudad.
Y algún día cualquiera quedarán tus huesos, allí junto a esa miseria y seguirá otro perro tu fatal destino, mendigando entre esas taperas de chapa y madera, donde los secretos de drogas y delincuentes se suelen cobijar.
Pobre perro de la villa, abandonado y solitario, que con tu par de narices buscas ansioso comida. ¡Que magra es tu vida!... ¡Que poco es el pan!...
Texto: Néstor Quadri
Narración: La Voz Silenciosa
Más relatos "Con un par de narices", aquí
Por virtud de pobres, compartes pobreza, buscando jadeante esos sobrantes de comida, junto a esas criaturas de magro sustento, que nada son y que subsisten en esos grandes cinturones que envuelven la ciudad.
Y algún día cualquiera quedarán tus huesos, allí junto a esa miseria y seguirá otro perro tu fatal destino, mendigando entre esas taperas de chapa y madera, donde los secretos de drogas y delincuentes se suelen cobijar.
Pobre perro de la villa, abandonado y solitario, que con tu par de narices buscas ansioso comida. ¡Que magra es tu vida!... ¡Que poco es el pan!...
Texto: Néstor Quadri
Narración: La Voz Silenciosa
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Es como una oda al perro.. Me gusta
ResponderEliminarsuerte!!