Autor Edward Hopper |
de aislamiento de los clientes en el interior del bar. Amanda interpretó que los personajes acudían allí para sentirse acompañados en su soledad; aunque, la falta de calor humano entre ellos era evidente; observó que se trataba de un café-bar un tanto especial,cuya elegancia estaba fuera de toda duda y sin saber cómo, se vio dentro de él. Los tres clientes y el camarero, permanecieron impasibles, ensimismados; ninguno se percató de su presencia; tampoco se miraban entre ellos, ni se hablaban, excepto el hombre que se encontraba junto a la pelirroja, que parecía pedir algo al camarero, aunque éste, encerrado tras la barra, mantenía la mirada perdida entre el cliente y la calle, sin prestarle atención. Amanda sonríe ¡Qué extraño le está resultando este día!, se sienta alejada de todos, tampoco ella tiene ningún deseo de intimar con nadie esta noche; siente que encaja perfectamente en este cuadro, que forma parte de la incomunicación y el hastío que percibe. Ante la impasibilidad del taciturno camarero decide marcharse, pero descubre sorprendida que no hay puerta de salida, es entonces cuando contempla el exterior desde dentro de la cristalera; aterrorizada reconoce el museo. Amanda, es ahora una “noctámbula” más atrapada en el cuadro de Hopper.
Texto: María Isabel Machín García
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Me encanta, veo a Hopper desde la primera palabra hasta la última. Buena propuesta. Besos, Isabel.
ResponderEliminarBuen relato.. A veces la realidad no es la que creemos ver..
ResponderEliminarUn abrazo
Textos dentro de un cuadro. Maravillosa combinación.
ResponderEliminarLa imágenes de los cuadros de Hopper son auténticos relatos silenciosos, sus personajes introspectivos, parecen llevar a cuestas potentes historias individuales.
ResponderEliminarHay días que me apetece asomarme a la ventana y mirar el mar con la muchacha de Dalí; otros, me serena pasear la mirada por las pinturas edulcoradas de Sorolla,etc... Pero confieso que últimamente la mayoría de mis días me siento muy cómoda a través de la mirada de Hopper.
Muchas gracias Isolda, me hace feliz que te haya gustado.
Aniagua gracias por acercarte a mis letras y por tu comentario.
Dácil muchas gracias también a tí, por tu estimulante comentario.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho; una perfecta síntesis entre literatura y pintura; una historia de hoy (crisis, despido, paro ) que encaja a la perfección con la sensación de soledad y desolación que se respira en el cuadro de Hooper.
ResponderEliminarFelicidades a la autora.
Gracias Andrea, tu comentario es es muy gratificante. Un abrazo.
ResponderEliminarLa realidad no siempre es lo que parece. El contenido de un cuadro, a veces, tampoco.
ResponderEliminarMe ha gustado.
La realidad tiene tantas interpretaciones como miradas, igual pasa con los cuadros, los libros,la vida.
ResponderEliminarGracias Ana.
Meterse en un cuadro es un buen tema para un relato, tu forma de ver este relato y este cuadro dan para mucho.
ResponderEliminarQuerida Inma: En mi opinión, algunos de los cuadros de Hooper bien podían inspirar una novelan.
ResponderEliminarUn saludo y un abrazo.
Quisiera agradecer a José Francisco("la voz"), la excelente narración que ha hecho del texto y la música que ha escogido para acompañarlo.Gracias.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Gracias a ti Isabel. Un abrazo.
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