23 mayo, 2012
Pesadilla en Manhattan
Veo, tras las cristaleras de mi despacho, la enorme bandera de barras y estrellas en el mástil del Empire State; se ha enrollado con un golpe de viento formando como una especie de hamaca. Súbitamente, en esta hora tediosa y gris de la tarde, sin razón aparente que lo pueda justificar como el resto de lo que aquí les cuento, me encuentro cual crisálida, envuelto en esta enseña. Soy feliz en esa especie de duermevela levitante, sin temor alguno a esta altura considerable; En algún momento me doy la vuelta y salgo fuera de la tela viendo como uno tras otro pasan ante mis ojos los pisos a una velocidad de vértigo; yo envejezco a la misma velocidad mientras una voz interior me interroga :
-¿Qué es lo que mas te gusta?
-Leer- le digo sin titubear.
-Dime un autor, un libro, un personaje.
- Sallinger, El Guardián entre el centeno, Holden Caufield .
De repente estoy de bruces dentro de un ataúd abierto y acolchado de blanco al pié del rascacielos; la piel completamente arrugada, casi no tengo pelo. Aún boca abajo tengo la impresión de ser mecido ; oigo una nana que, por algún motivo, me hace llorar; unas manos de afiladas uñas me vuelven boca arriba. Ahora se que estoy dentro de un cochecito de bebe, justo delante de la fachada donde asesinaron a Lennon, el Dakota, donde dicen que algún diablo dejó su semilla. Desconozco quien va empujando el carrito.
Texto: Roman Martín Martín
Narración: La Voz Silenciosa
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Tengo una ligera idea de quien puede empujar ese carrito. Mas que un sueño donde el autor deja volar el subconsciente, parece un relato de terror del que uno quiere despertar aunque sea con el infame timbrazo del despertador de campañillas...
ResponderEliminarSaludos.
Pensaba que mecerse en la bandera americana iba para buen fin, qué ilusa, lo más lógico o simbólico del terror es descender de las alturas y descubrir los orígenes.
ResponderEliminarPara mí la pesadilla es leer El guardián entre el centeno, el resto, cuestión del inconsciente.
ResponderEliminarGracias por los tres comentarios; he querido reflejar una pesadilla que es una fabulación angustiosa de la mente "sin razón aparente que pueda justificar" lo que allí sucede.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que dice Ana,para mi la lectura de "El guardian..." no fue ninguna pesadilla,la pesadilla es la historia negra que se ha creado en torno a ese libro.
Saludos y gracias a todas.
Tengo que reconocer que no he pillado mucho el sentido de esta historia, probablemente estaré un poco espesa a estas horas pero me he quedado con ganas de leer más para saber por donde van los tiros.
ResponderEliminarSin ánimo de querer suplantar las intenciones del autor, Inma, yo creo que , como sueño que es , esta pesadilla es interpretable para cada quien que la lea. Es un cuento onírico abierto a cualquier explicación. Creo que algo así insinúa el autor en su comentario anterior al tuyo donde, a mi entender, viene a decir que esa historia es un sinsentido como no podía ser de otra manera tratándose de un sueño.
ResponderEliminarYo, de momento, le he buscado unas cuantas interpretaciones basándome en sus referencias culturales pero describirlas sería extenderme demasiado y probablemente podría incluso provocar la hilaridad del autor al que, por otra parte, felicito por esta alucinación.
Saludos.