Esta mañana, en el colegio, han entrado a mitad de la clase de dibujo unos señores vestidos de azul; se han llevado todas las cosas que había en el aula: las perchas, los armarios, los pupitres, las sillas, la pizarra... estaban ya muy viejas. He mirado a Sara de reojo; las dos hemos pensado en lo mismo: ¿se llevarán los señores de azul también al profe?... está muy mayor. Yo por si acaso he escondido en el bolsillo del babi la pequeña tiza de color rojo, mi preferida. Texto: Enrique Moreno Martínez Narración: La Voz Silenciosa
Fantástica mirada desde los ojos de una niña. No sabemos quiénes son los hombres de azul, y eso nos acerca a la niña que esconde su tesoro. Y la ilustración, acertadísima. Una delicia. Enhorabuena a los dos.
Me ha emocionado la inocente y tierna mirada de una niña que presencia el desmantelamiento de su escuela y teme que se lleven también a su profesor (que será lo mas probable). Cuantos de nuestros niños habrán experiementado también la pérdida de sus hogares. La realidad cotidiana es un puñetazo en la cara que tratamos de evitar porque duele.
Muchas gracias. La verdad es que la historia es demasiado real. Lo que también es real es que la ilusión de los niños nadie se la podrá quitar jamás... o por lo menos no deberíamos permitirlo.
Una historia aparentemente simple, la visión simple de un niño, que, sin embargo, extiende lo ancho y lo largo de una cruda realidad. La ilustración a la par. Felicidades.
La educación es la gran asignatura pendiente de este país, como bien señala el protagonista de la historia. Siempre funcionan los relatos que nos traen la crudeza de la realidad desde las mirada de los niños.
Gracias por todos los comentarios. Esta niña es muy lista, sabe que escondiendo la tiza, luego podrá seguir dibujando; escribiendo; aprendiendo; soñando...
Fantástica mirada desde los ojos de una niña. No sabemos quiénes son los hombres de azul, y eso nos acerca a la niña que esconde su tesoro.
ResponderEliminarY la ilustración, acertadísima.
Una delicia.
Enhorabuena a los dos.
Me ha recordado a los hombrecillos de Momo, pero muy nuestro y muy tierno y casi real, me temo.
ResponderEliminarBesos, Enrique.
Y se llevaron al profe???
ResponderEliminarPor otro lado, qué suerte tener tizas de colores y poder robar una.
Me ha emocionado la inocente y tierna mirada de una niña que presencia el desmantelamiento de su escuela y teme que se lleven también a su profesor (que será lo mas probable). Cuantos de nuestros niños habrán experiementado también la pérdida de sus hogares.
ResponderEliminarLa realidad cotidiana es un puñetazo en la cara que tratamos de evitar porque duele.
Felicidades por el relato y la ilustración.
Muchas gracias.
ResponderEliminarLa verdad es que la historia es demasiado real. Lo que también es real es que la ilusión de los niños nadie se la podrá quitar jamás... o por lo menos no deberíamos permitirlo.
Un saludo.
(Me ha encantado la ilustración)
Me gusta la escena que reflejas a través de esos ojos infantiles y el detalle de la tiza roja escondida.
ResponderEliminar¡Buen micro Henry!. Un abrazo.
Tierno al máximo. Me ha encantado pero mucho.
ResponderEliminarBesos
Me encantó, esa infancia...qué recuerdos!!!!
ResponderEliminarAlgo parecido ocurrió hace poco. Creo que eso es literatura, saber hacer un relato de una noticia.
ResponderEliminarFelicidades, Henry.
Un abrazo.
Una historia aparentemente simple, la visión simple de un niño, que, sin embargo, extiende lo ancho y lo largo de una cruda realidad. La ilustración a la par. Felicidades.
ResponderEliminarLa educación es la gran asignatura pendiente de este país, como bien señala el protagonista de la historia.
ResponderEliminarSiempre funcionan los relatos que nos traen la crudeza de la realidad desde las mirada de los niños.
Gracias por todos los comentarios.
ResponderEliminarEsta niña es muy lista, sabe que escondiendo la tiza, luego podrá seguir dibujando; escribiendo; aprendiendo; soñando...
¿Señores vestido de azul? quizás los del PP, por aquello de los recortes.
ResponderEliminarUn buen relato, lo he disfrutado.