Logra introducirse durante unos minutos en su casa, destapa el recipiente de cristal y se dirige a la cocina, de ella roba el aroma de la servilleta que ella utiliza cada día, después va al baño y de su toalla extrae el perfume suave de su cuerpo, deprisa porque el tiempo se acaba, se dirige al dormitorio y de su almohada recoge los restos de sus sueños.
Coloca la tapa y con el tarro muy cerca del corazón, siente que tiene de ella más de lo que nunca tuvo, ni de lo que tendrá jamás.
Texto: Yolanda Nava Miguélez
Narración: Susana Santamarina
Narración: Susana Santamarina
El texto me gusta mucho, es sugestivo y poético. El amor puede con la muerte.
ResponderEliminarLo entiendo como el intruso que atrapa el amor imposible en el tarro de las esencias. Me gusta mucho, Yolanda. Un beso.
ResponderEliminarLa esencia, lo inmortal..
ResponderEliminarMe gusta tu micro
Un abrazo
Precioso, muy evocador.
ResponderEliminarBesos
Quise transmitir lo que dice Isolda, aunque lo bueno es dejarlo en suspenso, que el lector interprete lo que su mente le sugiere a medida que va leyendo.
ResponderEliminarGracias por vuestros interesantes comentarios.
:)
Romanticismo con un toque quasi voyeur. El amor imposible llevado al extremo.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Hermoso y poético micro, Yolanda. Mi enhorabuenabuena.
ResponderEliminarGracias también a Amparo y Ana, por leedme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un texto peculiar para describir el amor. Me ha gustado. Saludos
ResponderEliminarDacil, un saludo y gracias por leedme.
ResponderEliminarUn abrazo.