Cuando me dirijo a la cama para dormir junto a la noche, me entristezco ante los sueños que sé que me esperaran como tigres hambrientos dispuestos a lanzarse contra su captura, yo. Durante el lapso nocturno no dejo de dar vueltas...y más vueltas, mientras, descifro enigmas que siempre conservo con la oscuridad, también me gusta creer que soy un detective solucionando tramas que ni el mismísimo Dupin pudo resolver. Todo bajo el yugo de la burbuja onírica tiene su sentido y le impone su orden, y yo juego al ajedrez de modo milimétrico, con el único testigo de mi dulce Náyade.
Pero lamentablemente ya en la mañana dejo de recordarlo todo. No sé qué día es ni que debo hacer. Con los primeros cantos alados me queda una extraña sensación en el vientre, que se calma con el primer desayuno que me prepara la mujer de mi vida, y una melancolía en el espíritu que no se aplaca con nada.
Ayer escuche al hombre del tiempo decir que subirían las temperaturas, me recomendó ir siempre con agua encima y me deseo un muy buen día. Me quede desilusionado y me largue con Náyade sin agradecerle la información.
Con mi bolso, mi libro de tragedias y mi melancolía, bajo las escaleras alisándome las pobladas patillas y me propongo ensayar la sonrisa frente al reflejo de los escaparates. Náyade logra animarme y llego a la parada del autobús con un rictus entre hombre guapo de cuché y vejestorio rellenado de botox.
Creo que he superado la prueba, Náyade siempre a mi lado consigue hacer de un tipo insomne un Señor casi distinguido, es más, ahora creo que no paso desapercibido, al menos para ella.
Texto: Michel Manuel Canet (Canet Rojas)
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Gracias Michel, tu Náyade será quien te arrebate el insomnio con el que cargas.
ResponderEliminarMonique Schez.
Lo siento, pero no he captado nada.
ResponderEliminarAlgo onírico, parece, pero no comprendo quién es Náyade ni su simbología.
Creía que el prota se sumía en un sueño perpetuo pero resulta que es insomne.
No pillo nada.
Debo de estar muy espesa.
Michel, es evidente que juegas con lo onírico. Pero..
ResponderEliminarTu texto se me pega con la vitola de esos sueños a los que no sabes darle una explicación. Son bellos pero no los entiendes, son complejos y te persiguen...
Totalmente de acuerdo esferoidal amiga,
ResponderEliminarMe cuesta interpretar y diferenciar entre lo real y lo quimérico. Pero Náyade - mi mujer - esta consiguiendo que la carencia de sueño se evapore. Solo necesito dormir un poco más.
Un fuerte abrazo a todos... y gracias.
Veo que algo pasó con este equipo la otra mañana, porque no han subido ni mi comentario, ni mi G+. En fin será cosa de estas quimeras en que revolotea este texto. Pero bueno, se subsana ahora. Hermoso este texto onírico, lleno de misterios... y de símbolos que no podemos abrir, pues, por lo que veo, las llaves están lejos.
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