22 julio, 2012

Mariposas en el estómago



Vivía en la calle, no tenía nada, pero nunca olvidó regalar el vuelo de una mariposa a cada mujer que veía. “¡Mire, señora!”, decía mientras sus ojos simulaban seguir el movimiento del insecto y sus labios dibujaban una sonrisa sin dientes, “¡Mire, señora, qué mariposa tan linda!”

Murió algún tiempo después, negando que el hambre le doliese, sintiendo en el estómago el aleteo de cientos de mariposas que no habían existido nunca.

Texto: Luisa Hurtado González
Narración: La Voz Silenciosa

16 comentarios:

  1. Un texto precioso.

    Las ilusiones pueden quitar incluso el hambre...

    Felicidades Luisa
    Besicos salados.

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  2. Gracias por la publicación. Qué rápidos. Muchas gracias

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  3. Precioso texto Luísa, un personaje ejemplar, a pesar del hambre regalaba sonrisas. Es hermoso el retrato de haces de ese señor.

    Un abrazo.

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  4. Seguramente era un poeta, un ser especial que muere negando el dolor del hambre... Solo un poeta podría imaginar mariposas con su hambre y regalarlas a las mujeres con una sonrisa, mientras el hambre le acosa hasta la muerte.
    Una historia muy trágica aunque tenga mariposas.

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  5. Una auténtica preciosidad, Luisa. Enhorabuena.
    Un abrazo.

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  6. Duele, a pesar de la hermosura del texto.

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  7. Yo sí creo que tuviera mariposas en el estomaga, lo que pasa es que nadie las supo mirar con otros ojos. Si existen las mariposas del amor, ¿por qué no existen las mariposas del hambre?

    Me ha gustado.

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  8. Qué hermoso texto, Luisa! Aunque duela, como dice Amando. Quizá en ese dolor esté la esencia de su hermosura.

    Nuria RG

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  9. Luisa, precioso texto que me ha recordado a la protagonista del libro "Desde donde estoy veo la luna".

    Me gusta muchísimo el retrato que describes sin artificios.

    Besos

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  10. Hoy te comento en esta casa, Luisa. Tremendo y exquisito a la vez! Yo también me animaría a pensar que era un poeta. Sabés lo releí por eso, me pareció leer esa palabra y no. Mirá lo que lográs con tu escritura. Sos genial, Luisa. Saludos admirados, como siempre!

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  11. Has elegido el camino de la belleza para reflejar una realidad horriblemente cruel

    Extraordinario micro, Luisa!!!!

    Un abrazo admirado

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  12. Las mariposas en el estómago es una metáfora llena de amor, extendida de boca en boca.
    La boca del protagonista, sin dientes, transmite ilusión, alegría de vivir,... aunque él no tenga ni para comer. ¡Qué triste y qué bello!

    Un beso, Luisa.
    Amparo M.A.

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  13. Bello, sensible.
    Enhorabuena.

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  14. Qué bello, Luisa y que triste también.

    Besitos

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  15. ¡Qué difícil es conseguir que la belleza brote en el dolor, Luisa, y qué bien lo haces!


    Un abrazo,

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  16. Incluso en lo peor hay que buscar esas pequeñas felicidades. Me encantó.

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