30 julio, 2012
Retrato en blanco y negro
Me llamo Norma Jeane y ya he perdido la cuenta del tiempo que llevo metida en esta garita al lado del portal. Comparto hueco con un almanaque diario al que Renato le dedica el primer momento de la jornada, podando su pasado y un rosario de su madre, al que se aferra tras los juegos onanistas que practica conmigo a escondidas en las tardes de lluvia, sin perder de vista la puerta del ascensor.
La viuda del Notario, que vive en el tercero, me tiene manía y aprovecha cualquier ocasión para sugerirle a Renato que se deshaga de mí y me sustituya por la Virgen del Perpetuo Socorro. Él siempre contesta: —Un día de estos, Doña Angustias, un día de estos. Luego se da la vuelta y me hace un guiño de complicidad. En cambio a Don Leoncio, el General retirado que vive en el quinto, se le van los ojos detrás de mi escote e inventa cualquier excusa para entablar conversación en la portería mientras me desnuda con la mirada. Cuando cae la noche y los vecinos se recogen en sus casas, Renato entre bostezo y bostezo apaga la luz de la garita y cierra con llave, no sin antes dirigirse a mi retrato en blanco y negro para decirme: Mañana será otro día, que duermas bien, Marilyn.
Texto: Esperanza Temprano Posada
Narración: La Voz Silenciosa
Más Historias de portería aquí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esperanza muy interesante este relato contado desde una fotografía, ingenioso y original.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho esta historia contada por un cartel de cine. Muy original.¡Enhorabuena!
ResponderEliminarOriginal enfoque.
ResponderEliminarSaludos
Muy original, Esperanza.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, espero verlo en papel.
Un beso, compañera
Me ha gustado mucho. Y me ha recordado, salvando las distancias, al protagonismo que tenía Rita Hayworth en "Cadena perpetua".
ResponderEliminarQue bien, Esperanza, cuánta información en tan pocas frases: época, castraciones, madres posesivas, beatas y moral militar, y soledades. Que bien lo haces, un acierto el punto de vista que has tomado.
ResponderEliminarBaker, ha sido la primera palabra que ha venido a mi mente al comenzar a leeer tu relato. Después he disfrutado de tu historia, de su enfoque, de su carga emocional, y he terminado por sonreír al leer en la despedida ese Marilyn.
ResponderEliminarEstupendo Esperanza.
Un abrazo
Paloma Hidalgo
Ingenioso, original y fresco relato desde la perspectiva de un mito, desde la foto de una diva.
ResponderEliminarNaturalidad, cercanía y corazón para un personaje de papel. Muy bien conseguido.
Un abrazo, Esperanza.