Yo lo sé todo. Llevo en esta portería media vida. Y eso es todo lo que contaré. No diré nunca que he visto los moratones que la del primero oculta con las gafas de sol. Ni que odio limpiar el patio porque esa vieja loca tire por la ventana los restos de comida. Tampoco hablaré de las del tercero y de quienes suben con ellas a cualquier hora del día.
Yo no sé nada. ¿El joven del ático?. Solo puedo decirles que se alquila. Tiene los techos bajos pero es muy luminoso. Está vacío desde el miércoles. Por favor, no saquen esas imágenes del rellano. He intentado limpiarlo, pero no hay manera.
Texto: Mar González Mena
Narración: La Voz Silenciosa
Más Historias de portería aquí.
Me recuerda a aquella frase gloriosa de una de las películas de Almodóvar. Creo que era Chus Lampreave quien hacía de portera y decía algo así como: "Como soy testigo de Jehová, siempre tengo que decir la verdad"
ResponderEliminarUna portera requetemalísima la tuya que me hace apreciar el vivir en una urbanización de adosados, o como ella diría, acosados.
ResponderEliminarUn abrazo Mar.
No tienen peligro ni ná l@s porter@s.
ResponderEliminarGran micro, Mar.
Un beso.
Escalofriante.
ResponderEliminarEs un final digno de la mejor novela negra.
Me ha encantado ese enigmático final, velado e insinuante.
ResponderEliminarBuen micro.
Me ha recordado "El quimérico inquilino", hay que ver lo que se cuece en esa escalera.
ResponderEliminarFinal de novela negra. mejor nos vamos de esta finca.
ResponderEliminarBien resuelto.
Besos.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarAmando, sí, creo que no me había dado cuenta hasta que lo has dicho pero seguro que estaba pensando en Chus Lampreave para protagonizar a esta portera :-)
saludillos