El día que lo estrené, descendiendo hasta la planta calle, sucedió que primero me creció el pelo (cuando ya era calvo hacía un par de años), luego noté en la cara acné juvenil y finalmente, justo cuando el ascensor se detuvo, me encontré babeando, a cuatro patas y con pañales.
Desconcertado, alcé la cabeza y los botones quedaban altísimos.
Ante la ausencia de vecinos, tan sólo pude gatear escaleras arriba con la suerte de que, ya en el primer piso, me crecieron los dientes y en el segundo, aunque inestable, mi cuerpo se enderezó.
Ahora voy por el piso setenta, ayudado por un bastón.
Texto: David Moreno Sanz
Más Historias de portería aquí.
Me ha gustado mucho tu historia, breve en cuanto a extensión, grande en cuanto a contenido.
ResponderEliminarMuy original y diferente.
Enhorabuena David.
Aclaración para El Comité de La Esfera: mi microrrelato ¿Rascacielos? no es inédito... Lo envié como colaboración al margen del concurso, aunque no me importa que se incluya en él como "fuera de concurso"
ResponderEliminarPor lo demás gracias a todos, buen trabajo
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Aclaración para El Comité de La Esfera: mi microrrelato ¿Rascacielos? no es inédito... Lo envié como colaboración al margen del concurso, aunque no me importa que se incluya en él como "fuera de concurso"
ResponderEliminarPor lo demás gracias a todos, buen trabajo
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me suena este micro, no sé si entrará o no en concurso, pero queda que ni pintado.
ResponderEliminarEs un buen micro
Me ha sorprendido mucho el fondo de esta historia. Un viaje de ida y vuelta en el tiempo. No la había leído.
ResponderEliminarBesos, David.
Gracias por la aclaración, David. El texto es una buena metáfora.
ResponderEliminarEl paso del tiempo como una escalera, sí, a veces es mejor no tomar atajos o ascensores para paladear el paso del tiempo. Corto e intenso, buen texto, David.
ResponderEliminarSe me había pasado este estupendo texto, de ida y vuelta en el tiempo.
ResponderEliminarMenos mal que estaba escuchando los audios que tenía pendientes y lo encontré.
Enhorabuena, David. Gracias, Voz.