Que silben las ramas que ardieron,
que silben roques y barrancos.
¡Silben laderas!
Silben que silban, ¡silben!
Silben al mar desde Agando.
Y crezcan los brotes verdes,
y mueran rescoldos
y vivan las hiedras.
Silben que silban, ¡silben!
Que vuelen cenizas al mar:
Y que las risas se traguen
el eco de mis penas.
Silben que silban, ¡silben!
Silba que escucho.
¡Silba Gomera!
Texto: Miguel Ángel Brito
Hasta Serrat ha silbado. Hasta Serrat se rinde a la belleza de La Gomera.
ResponderEliminarQue vuelen las cenizas o si quieren quedarse, que sirvan de abono para que reverdezcan los barrancos, las laderas, los caminos, las montañas... La Gomera VIVE.
La gomera tiene que seguir viva, sin rescoldos y con el silbo de todos.
ResponderEliminarHermoso poema a La Gomera, me alegra que siga viva.
ResponderEliminarSaludos Miguel Ángel,
Me sumo al silbido y comparto en mi muro. Espero que no os importe.
ResponderEliminar¡Qué triste es ver las imágenes de antes y de después!
Besicos salados.
También silbo por ella; es uno de los lugares más bellos que tenemos. No quiero ver cómo ha quedado; me gusta tu poema.
ResponderEliminarBesos, Miguel Ángel
Me has cogido sensible y he llorado con éste bello poema.. Felicidades por ello.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha impactado, Miguel.
ResponderEliminarLos que hemos tenido la suerte de vivir La Gomera ahora nos sentimos tan tristes que necesitamos ese silbo que nos haga sentir que sigue VIVA.
Gracias, Miguel, muchas gracias.
Cabopá, si no te importa, te copio la idea y lo comparto en mi muro.
Mil abrazos silbados
Gracias por esta aportación. He vivido muchos momentos felices en la Gomera, un trozo de paraiso.
ResponderEliminarUn pueblo amable de gente hospitalaria, vital, llena de fuerza, inteligentes y luchadores; la base para que la Gomera se recupere
La Gomera está herida, pero no hundida, ni vencida.
Han sido días de imágenes dantescas, que han dejado al descubierto nuestras carencias, el terrible aislamiento y desamparo que sufrimos los isleños. Tengo ese mismo sentimiento cuando visito El Hierro...
Es algo difícil de explicar, ¿depresión? no, esa no es la para labra; frustración, impotencia, dolor, rabia..."orfandad".
Los canarios necesitamos de todas nuestras fuerzas para no rendirnos, para mantenernos unidos ante la adversidad, solidarizarnos con nuestros vecinos y no permitir que se politice nuestra tragedia
Miguel, me ha emocionado tu poema. Silbemos todos para apagar los rescoldos, silbemos para que nazcan los brotes, silbemos para que el monte se cubra de nuevo de verde. Que sople el alisio y que silben los gomeros.
ResponderEliminarMaravilloso. No podrá -ni el fuego- con el silbo de la Gomera, ni siquiera con La Gomera. A pesar de todo no destruirán el Paraíso.
ResponderEliminarMe sumo a la Voz para animar a todos a apoyar a La Gomera. Desde La Esfera queremos poner nuestro granito de arena.
ResponderEliminarCon tu narración y tu fuerza, Jose, has dado aún más vida al bello canto de Miguel Ángel.
Silbemos.
Un audio excelente. Gracias Francisco, voz de voces.
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