Título: Libertad.
Autor: Jonathan Franzen.
Editorial: Salamandra.
Páginas: 667
Precio: 25€ (Edición
de bolsillo 12€)
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En la primera página, eso sí, debería ir la indicación en forma de advertencia: ‘Se sugiere al lector que aguante las primeras cien páginas: no quedará defraudado’. El lector debe tener un poco de paciencia y aguantar el tirón de las primeras páginas, y realmente valdrá la pena, ya que a partir de ahí Franzen nos sumerge en una compleja y a la vez fascinante red de sentimientos muy cercanos que nos hacen reflexionar acerca de las consecuencias de la Libertad de elegir en nuestros caminos. A mi me queda después de leer el libro una pregunta cíclica, de esas del tipo ‘el pez que se muerde la cola’ o ‘¿qué fue primero: el huevo o la gallina?’: “¿somos libres de elegir o somos esclavos de nuestras decisiones?”.
Franzen nos lleva hasta ahí con un relato de ficción, pero de esa que le gusta. Él se ha empeñado en cambiar la novela de ficción, contando ficción creíble. Digamos que 'Libertad' es novela-de-ficción-social, en la cual Frazen construye, en los sentimientos de los personajes, los anclajes necesarios para que pueda agarrarse el lector y que éste se sienta parte de la historia.
'Libertad' está escrita en un momento post-11S, y eso se respira en cada rincón. Un acontecimiento que hizo replantearse al pueblo americano la consistencia de sus propios cimientos. Después del 11-S los americanos se preguntaron lo acertado o no de sus decisiones en referencia a la intervención en Irak, la fragilidad de su ‘seguridad a prueba de bombas’ o su ‘libertad de elegir sin preguntar a nadie’. Franzen se vale de una familia media americana, los Berglund, y contando su historia durante tres generaciones nos habla de cómo las decisiones que va tomando cada uno condiciona sus existencias y también los cambian a ellos mismos, haciéndolos en determinados momentos, irreconocibles para los suyos. Uno de los aspectos más llamativos, y que desde el punto de vista literario habla de la talla de Franzen como narrador, es que usa distintos tipos de narradores, y esta elección nos permite entrar y salir de la mente de cada personaje principal y familiarizarnos con su forma de pensar y el porqué de sus decisiones. Este recurso (necesario a mi modo de ver para escribir este libro), y al que recurren algunos escritores, es complicado que no termine por desquiciar al lector y termine por hacer a la obra poco creíble, pero en Libertad, todo lo contrario, ya que Franzen se vale de hábiles recursos para que esto no ocurra. Creo que ahí está el secreto de por qué me ha gustado tanto.
Por lo demás, no falta ningún ingrediente ya que tenemos trama política, falsa ecología desinteresada, personajes que viven fieles a sus creencias, amores, desamores, psicoanalistas (¡cuánto ha hecho Woody Allen por los psicoanalistas!, deberían de poner un busto de él en el colegio de psicoanalistas), cuernos, drogas, alcohol, y hasta rock n’roll.
No se sientan obligados a leerlo. Siéntanse libres de hacerlo. Lo que si os digo es que 'Libertad' merece la pena y que ya ocupa un lugar privilegiado en mi biblioteca. Vosotros mismos...
Crítica: Miguel A. Brito
Parece interesante, sí señor...
ResponderEliminarSaludos,
Muy buena crítica. Por ahora, me quedaré con ella.
ResponderEliminarJo, Miguel Ángel, me has puesto un caramelo en la boca.
ResponderEliminarMagnífica reseña. Sr. Brito, usted pica de todos los palos. Hombre del renacimiento.
ResponderEliminarGracias por traernos estas joyas literarias.