Si
alguna vez, de paso por el Caribe, atraca vuestro barco, o vuestro
hidromotor se avería, y esa aparente fatalidad ocurre en las
coordenadas de la Isla de Trinidad, sabed por el contrario que sois
muy afortunados.
Por ese
capricho del azar conoceréis Puerto España, su capital, llena de
luz y encanto. Paseando por su mercado, y tras saludar a la niña del
mango, conoceréis a otros personajes que os irán contando los
misterios de la isla, y la belleza de sus gentes. Como Tío Johnny
que vende frutas por la mañana y toca el pan por la noche en una
steel band, Michelle, que acompaña a su tío en el negocio y hace
pastelillos de coco y guayaba. Rikhab, la segunda mujer de Tío
Johnny, que conoce como nadie los secretos de las hierbas y sus
aplicaciones. La venta en el mercado les va bien, y cuando llegue la
tarde y la brisa del Orinoco se deje sentir, irán al panyard, a
tocar, a bailar el inmortal calypso...
A reír
con los cuenteros, a pasar los malos tragos con uno bueno de ron de
caña. Decidles que vais de mi parte, os invitarán a uno.
Texto y acuarela: Carlos de Castro
Narración: La Voz Silenciosa
Narración: La Voz Silenciosa
Gracias por éste adorable paseo..
ResponderEliminarEntrañable y cálido relato
Abrazos
Me encantaría perderme en esos parajes, escuchar la música, bailar, comer mangos y soñar.
ResponderEliminarEnhorabuena
Tentadora postal caribeña, me la apunto en mi apretada lista de espera del viajar.
ResponderEliminarEstupenda también la ilustración, Carlos