Pero esta mañana algo salió mal, al levantarme una losa cayó sobre mi cabeza, no literalmente, es sólo que el dolor es insufrible y me tambaleo con angustia; apenas recuerdo cómo terminó la noche anterior, pero el salón parece un estercolero. Unos pasos se acercan por detrás a la vez que una voz me dice: tome, esto es bueno contra la resaca. ¡Dios! La voz se me clava y traspasa, querría matarla. Me mira con pena. En el espejo se refleja la sirvienta y alguien que no reconozco y ¡lleva mi pijama!— Pura dígale a ese hombre que se marche de mi casa.— ¿Qué hombre señor? —Dice sorprendida.— ¡Ese que lleva mi pijama! —Digo al borde de la desesperación.— Señor, siento decirle que aquí solo estamos usted y yo.
Miro desconcertado otra vez al espejo, el esperpento me mira burlón. Ahora la sombra de humano soy yo. El superhéroe derrotado por una cuantas copas de alcohol.
Texto: Maribel Martínez Montoro
Los superhéroes no son inmunes al alcohol, como el resto de los mortales.
ResponderEliminarLas resacas son demoledoras. Siempre te juras que nunca más
Lo que el alcohol (o las drogas) pueden hacer con nuestras pobres mentes es muy poderoso. Creemos controlar, pero uno no puede fiarse, que luego aparecen desconocidos en el espejo.
ResponderEliminarOjo con las fiestas, miren qué peligro. Estupendo, Maribel.
ResponderEliminarEl alcohol, tan malo, tan rico, tan tanto... Da miedo pensar que te puede cambiar la vida en unos segundos, y siempre para mal.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato Maribel.
Por eso no bebo jejejej.
ResponderEliminarMuy bueno Yashira.
Besos desde el aire
Un superhéroe -como todos, en pijama- humanizado en su derrota a manos -¿debería decir a vasos?- del alcohol.
ResponderEliminarDestaco la carga de crítica y de humor de este micro.
Mis aplausos a la autora.
Un saludo,
Ironía muy bien llevada para un súper heroe que es más humano de lo que se cree.
ResponderEliminarTe felicito, Yashira.