–¡Qué extraño color es este que has creado, Bertoni! Solo verlo me pone los pelos de punta; tú y tu manía de innovar; tendrás que combinarlo en pasarela con complementos en tonos pastel que hagan menos trágico el diseño y le aporten cierta dulzura a la modelo.
–¡Nada de complementos pastel! Me niego rotundamente a que nada alivie el impacto que espero sobre los asistentes. “Amargor” es más que un color y se complementará con su fragancia.
–¿Color y aroma “Amargor”? ¡Diablos, Bertoni!
–Soy el creador, ¡puedo llamarlo como quiera! El misterio está en que aún no sé lo que experimentará la modelo.
–¿Qué dices, no le has hecho pruebas?
–¡No! Será una puesta única para la pasarela.
Todos se giraron ante la aparición de la modelo en la pasarela; nadie podía apartar la mirada de ella, su sola presencia sobrecogía; el color del vestido se agarraba a su cuerpo como si formara parte de su piel; la expresión de su rostro y su mirada quebraban toda superficialidad en los asistentes; el aroma de “Amargor” inundó la sala, penetrando en las conciencias de los invitados que experimentaron una catarsis.
Impregnados de “Amargor” hasta los huesos, salieron a la calle y, avergonzados, quedaron desnudos y descalzos ante la multitud; rechazaron sus limusinas y ya no hubo marcha atrás en sus vidas.
Texto: Isabel Machín
Narración: La Voz Silenciosa
Este prodigio convenía que se produjese. Aunque no de forma literal, quizá, pero sí deberíamos despojarnos de tanta bisutería y complemento barato como nos cubre (¿o nos oculta?).
ResponderEliminarMe ha recordado la versión contraria del famoso cuento en que al rey estaba desnudo sin saberlo, y sólo la palabra sincera de un niño le hizo caer en la verdad, y de paso saberse engañado por el resto de consejeros y súbditos.
Siempre he reflexionado como sería el día que pudiésemos ver un color nuevo. Un color jamás visto, ni imaginado. Y cómo reaccionaríamos ante su contemplación.
ResponderEliminarVoy a ver si creo una empresa de fabricación de nuevos colores. Puede ser negocio. Pero no de esos que te anuncian en Leroy Merlin, que son una simple variante de los existentes.
Interesante relato.
Amando, recuedo perfectamente el cuento del que hablas; El Rey desnudo, Hans Christian Andersen, de una burla hecha al rey, solo un niño le dijo lo que en realidad estaba viendo, que estaba desnudo. Los mayores vamos perdiendo esa cualidad,la sinceridad, digamos que, en favor de las buenas relaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Francisco: Yo también he imaginado algo así, sería casi mágico, un color totalmente nuevo que nos dejara pasmados.
ResponderEliminarCreo que eso solo lo consigue la naturaleza, si alguien puede sorprendernos es ella, pero siempre nos quedara imitarla.
Gracias. Un abrazo
Una propuesta muy interesante: un color orgánico.
ResponderEliminarMe he acordado del Octarino, el color de la magia, de Terry Pratchett.
Muy buena idea, Isabel
¡Octarino, Él color de la Mágia! no lo conocía,¡que bien suena! Lo buscaré,creo que me va a gustar.
ResponderEliminarGracias Ana, por tus palabras y por estar ahí, al otro lado de las letras.
Un abrazo.
Querido José Francisco, en este relato te has superado.
ResponderEliminarYa eres capaz hasta de recrear los personajes y con tu voz le ponemos cara.
Me he reído un rato.
Felicidades.
Ja..ja ¡Que bueno!, ¡Que bueno! Que te puedo decir de tu interpretación del Bertoni?... ¡Brillante!...ja.ja
ResponderEliminarLa verdad es que ya con el relato del "Murmuraciones de un portero electrico" hicistes maravillas. Gracias José Francisco...
Gracias también y sobretodo, por tus palabras de presentación; esa era la pretención de mi relato.
Un abrazo
Cada día disfruto más en esta Esfera. Será porque me encuentro rodando entre sesudos escritores que tienen una imaginación desbordante.
ResponderEliminarEstupendo, Isabel, genial, La Voz. Original color que me imagino gris verdoso, no sé por qué. Difícil escribir sobre algo que no existe, inventar algo nuevo, ahí está el reto.
ResponderEliminarQuerida Angeles, ja..ja debe ser transmisión de pensamiento, porque defines el color que yo también imaginé aferrado al cuerpo de la pobre modelo...Pero debia ser algo más allá de eso para sacudir así las conciencias.
ResponderEliminarGracias por tus letras, un abrazo